Los tatuajes se han puesto de moda; es indudable que desde inicios del Siglo XXI la tinta en la piel dejó de ser estigmatizada para pasar a ser cotidiana. Hoy deportistas, periodistas, médicos, jóvenes universitarios, profesores, actores y hasta uno que otro policía y funcionario público los portan con orgullo.
Lejos de estigmatizaciones y libertades individuales para transformar o, en este caso, pintar nuestro cuerpo como nos plazca, lo cierto es que hacerse un tatuaje es un proceso que conlleva dolor, de ese “que gusta”, aseguran algunos.
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Entre quienes se han hecho un tatuaje, las opiniones son unánimes en cuanto a que hay partes en donde las agujas perforando la piel provocan mayor ardor, molestia y, por ende, dolor.
¿En qué parte del cuerpo duele hacerse más un tatuaje?
En julio del 2022 la experta en ciencia y biología, Natalie Wilsher, quien es profesora en Reino Unido, develó el lugar, o lugares, donde duele más hacerse un tatuaje.
En un podcast publicado por la BBC de Londres, la profesora recordó que el dolor “es una forma que tiene el cuerpo para protegerse a sí mismo y los nervios son los responsables de detectarlo”.
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En consecuencia, la realización de un tatuaje dolerá más en donde haya menos grasa y más nervios, como son las siguientes partes del cuerpo:
- Pies
- Tobillos
- Espinillas
- Axilas
- Caja torácica (pecho)
- Codos
- Rodillas
- Cuello
Lo anterior, específica la especialista, varía pues “el umbral del dolor es diferente en cada persona”, por lo que la señal de dolor que envían los nervios cuando se está pinchando la piel es diferente en cada ser humano.
Y entonces, si duelen, ¿por qué la gente se los hace?
Para Héctor Castillo Berthier, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) los tatuajes han dejado de estigmatizarse y, actualmente, son una forma válida de “expresión”.
El también coordinador de Estudios sobre la Juventud en el Instituto referido, recuerda, en un comunicado, que hoy la tinta es bien vista en la piel después de que hubiera “una resignificación que es identitaria totalmente” y que inició en los años 50 con movilizaciones juveniles que “empezaron a identificar el cuerpo como una manera de expresión y convivencia”.
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“Hay algunas bodas a las que acudes y contratan a un tatuador que hace una pequeña figurita en tu mano o brazo, colocando algún símbolo relacionado con los novios para que nunca olvides que fuiste esa boda. Entonces esta identificación identitaria del tatuaje, tiene una nueva vida y forma de expresión”.
Héctor Castillo Berthier, investigador de la UNAM, citado en un comunicado.
Los datos: En el contexto global, Italia es el país con más personas tatuadas en el mundo, 48% de su población cuenta con al menos uno; seguido de Suecia, Estados Unidos, Australia y Argentina, que tienen de 43 a 47%. En México, 32% de la población se realizó al menos uno, de acuerdo con cifras dadas a conocer por la UNAM.
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De cualquier manera, pese a contextos y significados, la tinta de un tatuaje colocada por agujas va directo a la dermis, donde se encuentran los nervios responsables del dolor, por lo que éste se hará presente en cualquier parte del cuerpo, aunque, claro, variando de intensidad, señala la profesora británica Natalie Wilsher.
- El dato: Cuando una persona se hace un tatuaje su cuerpo envía a la dermis macrófagos, que son glóbulos blancos que destruyen células muertas y que, en este caso, eliminan parte de la tinta para enviarla al torrente sanguíneo, sin embargo, como es demasiada, no toda desaparece, quedándose la mayoría en la epidermis.