Ingenieros, diseñadores, arquitectos y transportistas, al vestir una bata blanca y una nariz roja, se transforman en médicos de la risoterapia, su método para curar enfermedades es a través de la risa, el juego y la diversión.
Con Doctores Payaso o Doctores de la Risa, con risoterapia buscan hacer más amena la estancia en hospitales para quienes no se encuentran bien de salud.
- “Lo que venimos es a jugar al hospital con niños, niñas y adultos, tratando de que pasen un momento agradable, compartiendo nuestro juego, amor y alegría, haciendo que el día de hoy sea diferente al resto de días de la semana”. Monserrat Peña, comerciante, doctora Grinchy.
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- “Vamos al área de pediatría, pasamos a los cuartos, al área de espera para sacarles una sonrisa, sacarlos del momento que están viviendo y traerles algo nuevo, felicidad que salgan de ese estado en el que están. Venimos, jugamos e incluso acompañamos. El estar nada más”. José Antonio Rodríguez, transportista, doctor Maracas.
Preparación de los doctores de la risoterapia
Ya caracterizados y antes de ingresar a los hospitales hacen un “check in”, colocados en círculo, realizan ejercicios de respiración y sanación para cargarse de energía.
Una vez dentro, siguen los protocolos de seguridad de cada espacio y recorren las áreas de los hospitales donde, a través de juegos y buen humor, regalan sonrisas a los pacientes y dan acompañamiento a sus familiares.
Bromean con sus colegas del personal médico y hasta de seguridad, a quienes contagian de alegría con su visita.
- “Mi esposa está enferma, está en hemodiálisis… Nos cambió el ánimo, nos pusieron alegres, más bien, bien alegres”. Prospero Priego, derechohabiente.
Tanto pacientes como familiares de los pacientes agradecen a los doctores de la risa darles alegría.
- “Muchas gracias por venir a animar a los niños, muchas veces si lo necesitan porque ellos también se deprimen mucho en esta situación que nada más ven a los doctores”. María Vargas, madre de familia.
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Para ser Doctor Payaso y parte de esta asociación, que tiene 12 años provocando risas, es necesario contar con una preparación vinculada a la conexión humana.
- “Debemos tomar una certificación que lleva un proceso ontológico y tomamos algo que es Clown y nos enseñan a reír a las personas mediante un juego, no implicando que nosotros juguemos de manera agresiva con el paciente para que puedan disfrutar de la visita”. Monserrat Peña, comerciante, doctora Grinchy.
Ya sea de manera presencial o virtual este grupo de voluntarios visita distintos hospitales de la Ciudad de México, Veracruz, Monterrey y la capital mexiquense, y su plan a futuro es seguir formando más generaciones de doctores payaso, para seguir llevando risas a esos espacios donde hace tanta falta.
