Aunque la tristeza y la depresión comparten algunos rasgos, son cosas distintas por lo que hay que evitar la confusión ya que la depresión es un trastorno mental que requiere tratamiento.
La tristeza es una emoción universal, una respuesta natural a los desafíos y dificultades de la vida. Ya sea el final de una relación, la pérdida de un ser querido o simplemente sentirse abrumado, todos experimentamos momentos de tristeza. Pero, ¿cómo distinguir entre estos sentimientos comunes de tristeza y una depresión clínica?
La organización Mental Health America (MHA), una organización estadounidense sin fines de lucro dedicada a abordar los problemas de salud mental, explica cómo se puede diferenciarlos.
¿Cómo diferenciar la tristeza de la depresión?
MHA describe que es crucial reconocer que sentirse triste, incluso intensamente, en respuesta a las dificultades de la vida es completamente normal. Sin embargo, cuando la tristeza persiste y comienza a interferir con la vida diaria, puede ser un signo de depresión clínica.
La depresión no es simplemente una forma extrema de tristeza; es una condición de salud mental caracterizada por una amplia gama de síntomas como fatiga persistente, pérdida de interés en actividades que antes eran placenteras y, en algunos casos, pensamientos de muerte o suicidio.
La distinción clave es que los episodios de depresión suelen durar al menos dos semanas y pueden desencadenarse por un evento específico o surgir sin una causa clara.
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Los factores físicos también pueden influir en el estado de ánimo de una persona. Cambios hormonales asociados con la pubertad o la menopausia, ciertos tratamientos médicos o condiciones pueden contribuir a los sentimientos de depresión.
Alfonso Andrés Fernández Medina, médico y psicólogo egresado de la UNAM describe que dentro del trastorno depresivo existen varios tipos. Uno de ellos es la depresión mayor que se manifiesta por una combinación de síntomas que interfieren con la capacidad de trabajar, estudiar, comer o dormir; la persona se siente fatigada casi todos los días. Otro es la distimia, que incluye síntomas crónicos a largo plazo con intensidad leve; la autoestima se ve afectada.
El especialista de la UNAM destaca que el trastorno depresivo está estigmatizado bajo el concepto erróneo de que la persona que lo padece llora todo el tiempo en un rincón; sin embargo, no siempre es así, ya que puede expresar irritabilidad, enojo, falta de concentración, inseguridad, imprecisión a la hora tomar decisiones, así como dificultad para relacionarse con otras personas.
Los expertos recomiendan que ante cualquier sospecha de estar experimentando depresión, hay que consultar a un profesional de la salud mental para hacer una valoración.
La buena noticia es que la depresión es tratable. Se puede acudir con un profesional de la salud mental, un médico o terapeuta; también hay muchas cosas que puede hacer por propia cuenta, como hacer cambios en el estilo de vida o utilizar herramientas de autoayuda, señala la MHA.