Científicos de la Universidad de Newcastle (Reino Unido) y la Universidad de Flinders (Australia) analizaron imágenes a microescala de sartenes con el teflón dañado y encontraron que estos utensilios podían desprender pequeñas partículas de plástico a medida que perdían gradualmente su recubrimiento.
Solo una grieta en la superficie de un sartén de teflón podía liberar alrededor de 9100 partículas de plástico, según descubrieron investigadores del Centro Global para la Remediación Ambiental y el Instituto Flinders de Ciencia e Ingeniería a Nanoescala.
Los expertos identificaron que cuando el teflón de un sarten está dañado puede liberar 2.3 millones de microplásticos y nanoplásticos, según el estudio publicado en 2022; y que analizó estos utensilios de cocina a microescala a través de una nueva técnica llamada Raman.
“El material de recubrimiento antiadherente teflon es generalmente un miembro de la familia de PFAS”.
Dr. Cheng Fang, investigador de la Universidad de Newcastle
“Dado que el PFAS es una gran preocupación, estas micropartículas de teflón en nuestros alimentos podrían ser un problema de salud, por lo que es necesario investigarlo porque no sabemos mucho sobre estos contaminantes emergentes”, dijo el investigador.
Se requiere de más investigación y de los efectos de los plásticos que desprenden los sartenes con el teflón lastimado
Youhong Tang, investigador de la Universidad de Flinders, dijo que el estudio destacó la necesidad de obtener información sobre la amenaza de los desechos de plástico de teflón durante la cocina diaria.
“Nos da una fuerte advertencia de que debemos tener cuidado al seleccionar y usar utensilios de cocina para evitar la contaminación de los alimentos”, señaló el profesor de la Facultad de Ciencias e Ingeniería de la Universidad de Flinders.
“Se recomienda más investigación para abordar la evaluación de riesgos de los microplásticos y nanoplásticos de teflón, dado que el teflón es un miembro de la familia de PFAS”.
Youhong Tang, investigador de la Universidad de Flinders
El estudio fue financiado por CRC CARE y la Universidad de Newcastle y utilizó datos proporcionados por Flinders Microscopy and Microanalysis (FMMA) en conjunto con el Flinders Institute for Nanoscale Science and Technology.