Las vacaciones de verano ya están en puerta y con ello el dilema de muchos padres sobre enviar o no a sus hijos a un curso de verano. Si bien la respuesta es personal y cada familia y niño tiene diferentes costumbres o necesidades, hay algunos puntos que deben considerarse al momento de tomar una decisión.
¿Los cursos de verano son buenos o malos para los niños?
Algunos puntos a tomar en cuenta al considerar enviar a los pequeños a un curso de verano durante las vacaciones, según Educación Inicial de Fundación Carlos Slim, son:
- Ofrezcan una amplia gama de actividades que se adapten a los gustos y necesidades de cada niño.
- Brinden oportunidad de aprendizaje continuo y refuercen ciertas habilidades durante las vacaciones.
- Den la oportunidad de conocer nuevos pasatiempos donde el niño puede explorar sus gustos.
- Promuevan el contacto con la naturaleza, desarrollando la curiosidad que el niño tiene por descubrir el mundo y alejándolo de las pantallas de dispositivos electrónicos.
- Favorezcan el aspecto social en el niño al conocer a gente de diferentes ambientes de los que están acostumbrados, generando lazos que pueden fortalecer la confianza en sí mismo.
Sin embargo, al elegir un curso de verano es importante cuidar que:
- Sean espacios seguros
- Cuenten con personal calificado
- Haya un contacto para emergencias
Al momento de decidir enviar a un niño o niña a un curso de verano también es importante considerar el tiempo en familia que pueden disfrutar juntos, ya que éste tiene beneficios como:
- Fortalecer los lazos familiares dedicando tiempo de calidad.
- Conocer a detalle los gustos e intereses del niño.
- Crear memorias que quedarán con él siempre.
- Poner en práctica la creatividad para generar diferentes momentos juntos.
- Dar importancia al descanso y desconexión para reconectar con la gente del círculo cercano.
Actividades en casa que pueden hacer los niños durante las vacaciones
Algunas actividades recreativas que pueden realizar los pequeños mientras estén en casa. Algunas de ellas son:
- Poner en práctica la creatividad, realizando pinturas en el pavimento, sobre papel, cartulinas o el material que esté a la mano.
- Retomar juegos de la infancia como rondas en donde se hace uso del cuerpo y se puede disfrutar de la naturaleza y el aire libre.
- Promover la ciencia, realizando experimentos divertidos que les permita explorar, descubrir y maravillarse con el mundo que los rodea.
- Jugar con diferentes materiales, como reciclados, para crear un castillo, un fuerte o una nave espacial.
“Este verano, elige la opción que mejor se adapte a tus necesidades y a las del niño”, dice Educación Inicial, quien destaca que “es importante darle un lugar al descanso, esparcimiento y al desarrollo sensorial por encima del tecnológico”.