Un estudio publicado en la revista especializada JAMA revela que el 99% de los medicamentos para el dolor o analgésicos apócrifos en Estados Unidos contienen fentanilo.
La epidemia de opioides en Rhode Island se ha convertido en una “tremenda crisis de salud pública”. Ahora, epidemiólogos de la Universidad Brown han encontrado evidencia inicial de que muchos de las sobredosis accidentales en el estado pueden ser causadas por píldoras contaminadas de medicamentos apócrifos.
Entre 2017 y 2020, solo el 10% de los medicamentos falsos de oxicodona incautados por en Estados Unidos contenían fentanilo, según investigadores de Brown. Esto representa un aumento significativo para una droga callejera particularmente peligrosa, exacerbada por su combinación con un tranquilizante para caballos no opiáceo llamado xilazina, que no está aprobado para uso humano.
De las 686 píldoras falsificadas de oxicodona incautadas por las autoridades de Rhode Island entre 2017 y 2022, 135 contenían xilazina, y en todos los casos excepto uno, estas píldoras también incluían fentanilo. Juntos, el fentanilo y la xilazina aumentan significativamente el riesgo de sobredosis.
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A nivel nacional, un estudio reciente de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EU (CDC) encontró que las muertes por sobredosis involucradas con xilazina aumentaron de 102 en 2018 a 3 mil 468 en 2021.
“Si bien algunas personas que dependen de la oxicodona callejera en Rhode Island pueden estar buscando activamente fentanilo o xilazina ilícitos, es probable que muchas no sepan lo que están tomando”, escriben los investigadores de Brown, liderados por la epidemióloga Rachel Wightman.
Los medicamentos callejeros falsificados originalmente se hicieron para imitar recetas legales de opioides, pero eso cambió rápidamente cuando los ingredientes alternativos demostraron ser más fuertes, más baratos y más fácilmente disponibles.
Años después, el fentanilo y luego la xilazina resultaron ser alternativas aún más económicas, lo que llevó a una ola de sobredosis accidentales.
Los mismos aspectos que hacen que el fentanilo y la xilazina sean atractivos para los productores de drogas callejeras son los que los hacen especialmente riesgosos para las personas que los compran. Es crucial una divulgación oportuna de datos de otros estados para informar sobre intervenciones de salud pública.
El estudio subraya la necesidad urgente de abordar este preocupante aumento en la presencia de fentanilo y xilazina en medicamentos falsificados, lo que representa una amenaza grave para la salud pública en Rhode Island y a nivel nacional.