El tránsito pesado, el clima, el estrés y otros factores pueden desencadenar respuestas iracundas en los conductores de automóviles, asegura un informe de la Fundación Línea Directa en España. Sin embargo, éste no es un comportamiento generalizado en todas las personas que conducen.
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Perfil de los conductores agresivos
Los cinco aspectos clave para diferenciar un conductor agresivo, según un estudio del psicólogo Jerry Deffenbacher, de la Universidad Estatal de Colorado reveló, son:
- Tienen pensamientos agresivos
Las personas que tienen pensamientos hostiles y agresivos son más propensas a insultar a otros conductores o expresar su incredulidad sobre la forma de conducir de los demás. También piensan más a menudo en la venganza, lo que a veces implica daños físicos.
- Toman más riesgos en carretera
Los conductores muy enfadados son más propensos a sobrepasar el límite de velocidad, cambiar rápidamente de carril, moverse a cada lugar que encuentra vacío y entrar en una intersección sin prioridad.
- Se enojan más rápido
Los conductores agresivos suelen enojarse más rápido y se comportan de forma agresiva, por lo que es probable que insulten y griten a otros conductores, toquen el claxon con rabia o que el enojo les dure todo el día.
- Tienen más accidentes
Suelen estar involucrados en más situaciones de riesgo y acumulan más multas por exceso de velocidad.
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- Son más propensos a subirse al coche enfadados
En una situación de enojo, este tipo de conductores suele subirse a su auto y conducir. Además, tienden a expresar su enfado hacia el exterior y a actuar impulsivamente.
¿Por qué las personas se vuelven violentas al conducir?
El informe de la Fundación Línea Directa asegura que los conductores achacan la agresividad al volante a:
- El estrés del día a día, principalmente por el trabajo y la familia
- Las conductas y maniobras que hacen los demás
- El tránsito pesado y o lento
- La sensación de anonimato
- Ir acompañado sobre todo de amigos
- Tomarse las cosas de forma personal
- Generalizar en exceso las situaciones
Por otra parte, un estudio australiano, indica que existe una inclinación por parte de los conductores a tener una ilusión de dominio. Así, los conductores que creían tener un mayor control de la situación, debido a su mayor habilidad o destreza al volante, eran más propensos a conducir de forma arriesgada y agresiva.
Consecuencias de ser un conductor agresivo
Según datos de la Dirección General de Tránsito de España, mantener actitudes provocadoras al conducir multiplica por 10 el riesgo de sufrir un accidente con víctimas y por 30 las probabilidades de un siniestro con heridos graves.
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Ejemplos de conducción agresiva
Algunos ejemplos de una conducción agresiva son, según Caminos y Puentes Federales:
- Ir demasiado pegado al vehículo delantero para ejercer presión
- Cambiar de carril intempestivamente sin usar las direccionales
- No permitir el paso de quienes intentan rebasar o cambiar de carril
- Circular por el acotamiento para aventajar
- Ir zigzagueando entre el tránsito
- Rebasar por la derecha
- Tocar el claxon de forma repetida y prolongada
La conducción agresiva también puede ir acompañada de lo que se conoce como “ira del camino” , en la que la persona que conduce presenta una reacción emocional en el momento, pudiendo terminar en un acto violento, por ejemplo: insultar, hacer gestos groseros, arrojar objetos, chocar el auto, sacar el vehículo del camino, e incluso, llegar a agredir físicamente a la otra persona que conduce.