El sueño es de suma importancia para la salud, ya que, no dormir bien puede causar aturdimiento, mal humor y cansancio. Un factor a considerar para tener un sueño de calidad es la temperatura, según Michelle Drerup, psicóloga del sueño en la Clínica Cleveland de los Estados Unidos.
De acuerdo con la especialista, como regla general se recomienda mantener el dormitorio a una temperatura de entre 15 y 19 °C para dormir bien y tener un sueño reparador. Además de que debe ser un lugar fresco, oscuro y silencioso para mejorar la calidad del sueño.
¿Por qué es importante la temperatura al dormir?
Uno de los factores que pueden contribuir a los problemas para dormir es la temperatura. Ya que, si la recamara es demasiado fría o caliente es probable que las personas despierten durante la noche y no tengan un buen descanso.
De hecho, un estudio reveló que la exposición excesiva al calor o al frío está directamente relacionada con una mayor vigilia y una disminución del sueño de movimientos oculares rápidos (REM).
“La termorregulación es muy importante para permanecer en etapas de sueño reparador y de ondas lentas. Éstas son las etapas en las que descansamos más”, dice Drerup.
La especialista señala que la temperatura corporal al dormir disminuye como parte del proceso de inicio del sueño. Pero si la temperatura de la habitación es alta es probable que se sienta más inquietud y se tengan más problemas para conciliar o permanecer dormido.
Debido a que con el calor de la habitación, la temperatura corporal también aumentará, deshaciendo así por completo el proceso de inicio del sueño. Si la temperatura de su dormitorio es superior a 21 °C, hace demasiado calor.
En cambio, dormir demasiado frío también tiene sus desventajas. Y es que, si bien puede que no afecte los ciclos de sueño tan drásticamente como dormir demasiado caliente, si puede provocar otros problemas de salud.
“Cuando tenemos frío, nuestro cuerpo se acelera para intentar calentarnos nuevamente. Los vasos sanguíneos se contraen, la respiración se vuelve superficial y esto ejerce una presión adicional sobre nuestro sistema cardiovascular para que la temperatura corporal se regule nuevamente, señala la experta.
La temperatura y la edad
Drerup señala que es importante considerar la edad de las personas para determinar la temperatura al dormir.
Ya que, mientras para un adulto promedio la temperatura recomendada es de entre 15 y 19 °C, en los adultos mayores y bebés ésta cambia.
- Adultos mayores
Al envejecer, la temperatura corporal y los niveles de melatonina cambian por lo que es posible que se deba ajustar la temperatura para dormir dependiendo de cada persona. Sin embargo, esto no debe hacerse drásticamente.
La melatonina es la hormona liberada por la noche asociada con el control del sueño y cortisol es la hormona del estrés.
- Bebés y niños
En bebés y niños, la mejor temperatura para dormir es un poco más alta, entre 18 y 21 °C. Esto se debe a que una temperatura más alta es más propicia para los bebés que tienen cuerpos más pequeños que aún se están desarrollando, ya que, aún no son capaces de regular su temperatura corporal como lo hacen los adultos.
¿Cómo mantener la temperatura ideal al dormir?
La especialista sugiere algunos consejos que pueden ayudar a mantener la temperatura adecuada para dormir.
- Mantenga un ventilador en su habitación, de modo que, en caso de que sienta demasiado calor, sea fácil enfriar el resto de la habitación.
- Evite beber cafeína o comer alimentos con alto contenido de azúcar (que pueden aumentar la temperatura corporal).
- Duerma según la temporada, con pijamas, sábanas y mantas adecuadas y transpirables.
La psicóloga del sueño señala que en caso de tener problemas al dormir, debido a la temperatura o no, lo mejor es consultar a un médico especialista
