Dormir puede ayudar a las personas a sentirse descansadas y con energía, además de tener otros beneficios para la salud. Pero ¿cuánto es el tiempo que deben durar las siestas?, a propósito del Día Mundial del Sueño que se conmemora este 19 de marzo, un experto de la Clínica Cleveland lo explica.
¡Échate un coyotito!, ¿cuánto debe durar una siesta?
Las siestas para adultos no deben durar más de una hora, sin embargo, el mejor rango de tiempo para tomar un descanso es de 15 a 20 minutos, asegura Nancy Foldvary, especialista en medicina del sueño.
Cualquier cosa más allá de eso, especialmente considerando la hora del día, podría tener consecuencias, dijo Foldvary.
“No importa lo cansado que estés, las siestas no deben alargarse más de una hora”.
El objetivo de tomar una siesta es ayudar a mantenerse con energía, pero deben ser cortas en los adultos para que no se interrumpa el ritmo circadiano.
Otro factor que debe tomarse en cuenta al momento de tomar un descanso es la hora del día, y es que según la experta, lo mejor es asegurarse de tomarlas lo suficientemente temprano en el día, para no interrumpir los horarios de sueño.
¿Qué pasa si las siestas son más largas?
Además de que alterar los horarios de sueño, dificultando poder dormir en las noches, lo cual puede desencadenar un círculo vicioso de pérdida de sueño, al tomar siestas más largas se corre el riesgo de caer en la inercia del sueño, es decir, entrar a las etapas donde se duerme profundamente, de las que es más difícil despertar y tienen por consecuencia la confusión.
“Cuando esto sucede, te despertarás con una sensación de aturdimiento en el que ni siquiera sabes dónde estás. Eso es inercia del sueño”, dice Foldvary, quien agregó que “es posible que la siesta ya ni siquiera sea refrescante”.
Beneficios de dormir la siesta
De acuerdo con la Clínica Cleveland, un estudio encontró que las siestas tienen el potencial de mejorar la memoria al aprender nueva información o nuevas tareas.
Además de mejorar el estado de alerta y contribuir a la reestabilización emocional, aliviando el estrés lo suficiente como para ayudarlo a ser menos impulsivo y lidiar un poco mejor con la frustración.
Sin embargo, las siestas no compensan el sueño perdido durante la noche, ya sean cortas o largas.
“De hecho, las siestas largas pueden tener un impacto negativo en su “deuda de sueño”, la diferencia entre el sueño que su cuerpo necesita y el sueño que realmente obtiene durante la noche”, sostiene la científica.
“Si bien una siesta puede ayudarlo a reenfocarse un poco, no es una solución a largo plazo. Es posible que se sienta mejor ese día, pero puede crear un ciclo que agrave su deuda de sueño”.
Esto puede provocar problemas de sueño a corto plazo, y los problemas crónicos del sueño pueden, a su vez, provocar complicaciones de salud mayores, como:
- Diabetes
- Depresión
- Problemas del corazón
- Presión arterial alta
- Inmunidad reducida
- Obesidad