El “Long COVID“, también conocido como COVID-19 largo, es una realidad y se trata de un fenómeno en el que los síntomas de SARS-CoV-2 se mantienen aun después de superar la enfermedad. Un estudio reciente publicado en Nature Communications muestra cuáles son los síntomas persistentes más comunes.
De acuerdo con los investigadores, de las 31 mil 486 infecciones sintomáticas registradas por COVID-19, el 6% no se recuperó, mientras el 42% sólo se repuso parcialmente de la enfermedad, es decir, uno de cada 20 pacientes por el coronavirus no lograron curarse del todo.
¿Cuáles son los síntomas persistentes más comunes por COVID-19?
El estudio de investigadores escoceses, y publicado en la revista Nature Communications, señala que existen tres síntomas persistentes por COVID-19 que se repiten con mayor frecuencia:
- Dificultad para respirar
- Palpitaciones
- Dolor torácico
La infección sintomática previa se asoció con una peor calidad de vida, deterioro en todas las actividades diarias y 24 síntomas persistentes que incluyen fatiga y debilidad, ansiedad, dificultad para respirar, pérdida de memoria, dificultades de concentración e insomnio.
Según la interpretación del diario “The New York Times“, no se identificó mayores riesgos de problemas a largo plazo en personas con infecciones asintomáticas por COVID-19. También encontró participantes que habían recibido al menos una dosis de la vacuna antes de sus infecciones y parecía ayudar a reducir el riesgo de algunos síntomas persistentes.
¿Cuál es la importancia de reconocer síntomas prolongados?
Jill Pell, profesora de salud pública en la Universidad de Glasgow que dirigió la investigación, dijo que los hallazgos reforzaron la importancia de que a los pacientes con COVID-19 de larga duración se les ofrezca un apoyo más allá de la atención médica y también aborde las necesidades relacionadas con el trabajo, la educación, la pobreza y la discapacidad.
“El COVID-19 puede aparecer de manera diferente en diferentes individuos y puede tener más de un impacto en su vida (…) Cualquier enfoque para apoyar a las personas debe ser, en primer lugar, personalizado y también holístico. La respuesta no se encuentra solo en el sector de la atención de la salud”.
Jill Pell, Universidad de Glasgow
Varios de los síntomas persistentes del COVID-19 en el estudio también fueron informados por una quinta o una tercera parte de los participantes que nunca se habían infectado, encontró el estudio, pero fueron significativamente más comunes en personas que habían tenido la enfermedad anteriormente.
¿Cuál es el problema al respecto de este fenómeno por COVID-19?
Uno de los problemas más graves propuestos por el estudio fue que en un grupo de pacientes previamente infectados por COVID-19, alrededor del 13 por ciento de las personas dijeron que sus síntomas habían mejorado con el tiempo, mientras que alrededor del 11 por ciento dijeron que se habían deteriorado.
Las personas no vacunadas, mujeres, adultos mayores y las personas que viven en áreas más pobres enfrentaron efectos secundarios más graves por una infección. También lo hicieron aquellos con problemas de salud preexistentes, incluidas enfermedades respiratorias y depresión.