Si parece que algo está mal con una persona o te sientes atacado personalmente y sucede una y otra vez, tal vez podrías estar tratando con una persona con un comportamiento pasivo-agresivo. Ve qué es, qué lo causa, cómo detectarlo y qué puedes hacer.
¿Qué es el comportamiento pasivo-agresivo?
La agresión pasiva es un estilo de comunicación con el que se busca evitar conflictos directos pero se transmiten emociones negativas como la ira o la frustración en lugar de abordar la situación de manera abierta y honesta, asegura la psicóloga Kelly Deragon de la Clínica Cleveland.
Cuando esto sucede, la persona puede enviar señales contradictorias y hacer cuestionar al otro sobre lo que realmente está sucediendo y cómo se siente realmente.
Aunque el comportamiento pasivo-agresivo no es en sí mismo una condición médica, puede estar asociado con otros diagnósticos de salud mental, como el trastorno narcisista de la personalidad (NPD) o el trastorno límite de la personalidad (TLP) (especialmente el narcisismo encubierto ).
El comportamiento pasivo-agresivo puede ser verbal o no verbal, ya que puede manifestarse a través del lenguaje corporal u otras acciones físicas.
Según la experta, las personas pueden tener un comportamiento pasivo-agresivo sin querer o inconscientemente, pero también pueden tenerlo con la intención de causar daño o persuadir a otros para que nos den lo que queremos.
“La mayoría de las veces, es una forma indirecta de expresar emociones negativas. Alguien puede involucrarse en un comportamiento pasivo-agresivo cuando dice o hace cosas que no son consistentes con sus verdaderos sentimientos. Esto puede parecer sarcasmo o silencio”, indicó Deragon.
Sin embargo, el comportamiento pasivo-agresivo puede generar inseguridades, especialmente si lo experimenta una persona con una posición de poder.
“Mucha gente se encogerá en sus interacciones cuando esto suceda porque no quieren que los demás sepan que han sido lastimados o causan más conflictos, pero al mismo tiempo, te hace sentir inferior y, a veces, impotente”.
La agresión pasiva puede ocurrir en casa, en línea, en el lugar de trabajo o incluso con completos extraños. A menudo, las tendencias pasivo-agresivas se han aprendido de los padres, cuidadores y otros adultos en la infancia.
“Puede ser un comportamiento aprendido. Si creciste en una casa donde la agresión pasiva y el sarcasmo ocurrían con frecuencia, entonces se convierte en parte de tu propio estilo de comunicación. Para algunas personas, eso podría afectar sus relaciones interpersonales”, indicó la experta.
Ejemplos de un comportamiento pasivo-agresivo
Existen diversas formas de expresar un comportamiento pasivo-agresivo. Algunos ejemplos son:
En pareja
- Cuando ante un comportamiento molesto se da un trato silencioso en lugar de explicar cómo la situación hirió los sentimientos de uno de los miembros y se evita el conflicto diciendo “estoy bien” y reprimiendo los sentimientos.
- Cuando se han tenido algunas citas románticas pero uno de los miembros no se siente totalmente a gusto y en lugar de ser honesto acerca de sus sentimientos opta por “desaparecer” y evitar a la persona (Ghosting).
Con amigos, compañeros o familia
- Cuando se pide ayuda en las labores de la casa, pero uno de los miembros no tiene la intención de hacerlo y en lugar de decir “no”, lo pospone y deja los platos sin lavar.
En el trabajo
- Cuando un jefe cambia la hora de una reunión y se llega tarde intencionalmente porque no se advirtió de los inconvenientes.
Verbalmente
- Al usar frases condescendientes como: “según mi último correo electrónico” o “¿comprendes lo que estoy diciendo?”, ya que se puede socavar la experiencia y la comprensión de alguien.
- Entregar cumplidos ambiguos, consejos no solicitados y sarcasmos como: “te ves más profesional sin un arete en la nariz” o “sería genial si pudiera tomar un almuerzo más largo como otras personas”; en lugar de abordar los problemas y las situaciones de frente.
¿Cómo reconocer el comportamiento pasivo-agresivo propio y en otros?
Según la especialista algunas formas de saber si alguien está siendo pasivo-agresivo son:
- Si parece que algo está mal, o si se siente atacado personalmente y sucede una y otra vez, es una buena señal de que se trata de un comportamiento pasivo-agresivo.
- Si alguien exhibe un comportamiento pasivo-agresivo, otras personas que interactúan con esa persona tendrán experiencias similares.
- Si hay una desconexión entre lo que alguien dice y lo que alguien hace, y termina confundido, desorientado o herido.
Mientras que para saber si se está siendo pasivo-agresivo con las personas, la psicóloga sugiere:
- Identificar si las personas con las que se interactúa se sienten heridas, están a la defensiva o parecen acobardarse ante las acciones y comportamientos propios.
- Analizar si las acciones realizadas provocan un autoacorralamiento y confrontación.
¿Qué causa el comportamiento pasivo-agresivo?
De acuerdo con la experta en psicología, los motivos que pueden llevar a las personas a tener un comportamiento pasivo-agresivo pueden ser diversas, como:
- Causar conflictos y malos entendidos
- Infligir daño
- Evitar confrontaciones directas
- Ser agresivamente malo
- Dar a conocer que se está enojado, disgustado, insatisfecho o que se tienen sentimientos negativos hacia alguien o algo
- Hacer dudar a las personas sobre su comprensión de lo que sucede
No obstante, la agresión pasiva no es algo que siempre estemos conscientes de hacer, ya que a veces, las personas quieren ser educadas y no quieren revelar cómo se sienten realmente. También puede ser un mecanismo de defensa”, dice Deragon.
¿Cómo tratar con personas pasivo-agresivas y dejar de serlo?
Entre las formas en que alguien puede tratar a personas que tienen un comportamiento pasivo-agresivo, están:
- Pedir aclaraciones ante una situación pasivo-agresivo.
- No asumir cómo se siente la otra persona, incluso si parece muy claro por la forma de hablar y actuar.
- Expresar las emociones que experimenta al recibir una conducta pasivo-agresiva de esa persona.
- Tomar un tiempo y espacio hasta estar listo para abordar la situación.
- Realizar ejercicios de respiración profunda, meditación y yoga.
- Establecer límites saludables con las personas.
Si se desea manejar la agresión pasiva, Deragon sugiere:
- Ser honesto consigo mismo
- Reconocer lo que se siente
- Expresar claramente las opiniones
- Tener una buena comunicación con los demás
- Reconocer la propia vulnerabilidad
- Tomar consciencia de los comportamientos y palabras propios
- Buscar ayuda profesional (terapia)
“La terapia puede ayudar a concentrarse en la regulación emocional y las habilidades interpersonales, al mismo tiempo que ayuda a explorar los pensamientos y sentimientos sobre experiencias interpersonales difíciles”.
