Uno de los efectos adversos de las quimioterapias, tratamientos contra el cáncer, es la caída del cabello, por ello, Paula Estrada, una sobreviviente de cáncer de mama, originaria de Argentina, diseñó un casco para que los pacientes con esta enfermedad eviten perder su cabello.
A través de la cuenta de Facebook “Quimio con pelo”, Estrada ha compartido videos y tutoriales en los que explica a todos los interesados, la forma de elaborar su propio casco para quimioterapias y así puedan conservar su cabello. Así puedes hacerlo.
¿Cómo elaborar un casco para quimioterapias y conservar el cabello?
Realizar un casco para quimioterapias requiere de una serie de materiales como son:
- 3 bolsas de gel para frío y calor de 26 x 16 cm, aproximadamente (rectangulares)
- 2 bolsas de gel para frío y calor de 16 x 16 cm, aproximadamente (cuadradas)
- Cinta adhesiva transparente
- Tijeras
Para fabricar este casco, sigue este paso a paso:
- Coloca las 3 bolsas rectangulares, una detrás de la otra, desde el extremo más largo y únelas con la cinta.
- Desde la bolsa de gel del centro, coloca una bolsa cuadrada del gel de cada lado y une con la cinta.
- Coloca cinta adhesiva en los dos lados de la estructura en forma de cruz que se ha formado con las bolsas de gel.
- Coloca la estructura sobre la cabeza, justo a la mitad, probando que las bolsas de gel laterales queden por debajo del inicio de las orejas.
- Une los extremos de las bolsas laterales con las frontales de modo que tome la forma de la cabeza.
- Sella con cinta todos los pliegues que queden sueltos de forma que toda la cabeza quede forrada con las bolsas de gel.
- Refuerza el casco con la cinta, rodeándolo con ésta.
- Señala con una marca la parte que va al frente de la cabeza.
- Cuando esté listo, retira de la cabeza del paciente y coloca dentro del casco una bolsa de hielos y mete al congelador.
Al unir los extremos de las bolsas de gel y ajustar con la cinta se debe tomar en cuenta no dejarlo demasiado ajustado ya que, al congelarse, el gel dejará de ser flexible.
De acuerdo con su creadora, la elaboración de estos cascos para quimioterapias es muy sencillo y económico, en comparación con los cascos especializados para quimioterapias que llegan a costar hasta 121 euros, es decir, poco más de 24 mil pesos.
¿Cómo usarlo?
Antes de comenzar a usarlo, es importante tener mojada totalmente la cabeza y usar un gorro de nailon sobre la cabeza para mitigar el frío, además de considerar que el casco esté a una temperatura de entre -18° y -20°, de lo contrario se puede correr el riesgo de que el folículo no se congele.
El casco debe colocarse al menos 30 minutos antes de comenzar la sesión de quimio, puesto que la persona ya debe tener el folículo del pelo congelado antes de recibir la medicación.
Luego de terminado el tratamiento, debe mantenerse el casco puesto durante media hora más, ya que la mediación aún está haciendo efecto.
Nota importante:
Hay que tener en cuenta que el casco comienza a descongelarse a los 20 minutos de ser colocado y tiene un tiempo máximo de uso de entre 30 y 40 minutos; por lo que debe cambiarse inmediatamente pasado este tiempo.
Por ejemplo: si la quimioterapia dura dos horas, más los 30 minutos previos y los 30 posteriores, lo conveniente es tener disponibles 8 cascos disponibles.
Los cascos pueden ser transportados en una hielera o conservadora de alimentos portátil, cubiertos de hielo.
A través de Facebook, Paula también sugiere que además del casco, los pacientes con cáncer cuiden su cabello no lavándolo más de una vez por semana, usando champú neutro, no usando tintes, ni productos de calor como secadoras o planchas.
De acuerdo con su creadora, la elaboración de estos cascos para quimioterapias es muy sencillo y económico, en comparación con los cascos especializados para quimioterapias que llegan a costar hasta 1221 euros, es decir, poco más de 24 mil pesos.
¿Sirven los cascos fríos en la quimioterapia para no perder el cabello?
Según una publicación en el muro de Paula Estrada, el oncólogo y médico paliativista Marcelo Álvarez ha indicado que, si bien no se se ha comprobado científicamente la eficacia del uso de los cascos fríos, éste no considera que tengan efectos contraproducentes para el tratamiento.
No obstante, aclaró que, si hubiera una metástasis en la zona del cuero cabelludo, podría no ser recomendable.
Paula Estrada, sobreviviente de cáncer y creadora del casco para quimioterapias
A Paula Estrada le diagnosticaron cáncer de mama avanzado en 2009, por lo que los médicos le indicaron que debían operarla y posteriormente comenzar sesiones de quimioterapia, la cual entre otros efectos colaterales le haría perder su cabellera.
Tras recibir la noticia, Estrada se dedicó a investigar cómo podía evitar perder su pelo y encontró que, si se congelaba el cuero cabelludo, la medicación que se distribuye a través de la sangre no llega al folículo del pelo y éste no se caería.
Por ello, decidió buscar la manera de mantener su cuero cabelludo congelado, después de probar sin éxito con bolsas de hielo en la cabeza, Paula descubrió que las bolsas de gel que comúnmente se utilizan para mitigar los efectos de golpes eran efectivas para su propósito.
Con estas bolsitas, armó un casco a la medida de su cabeza, lo colocó en el congelador y comprobó que le congelaba la cabeza al menos por 20 minutos, asegura la creadora del casco para quimioterapias en su cuenta de Facebook.
Sin otro antecedente más que sus propios ensayos, Paula se decidió a transitar las 12 sesiones de quimioterapia usando estos cascos. El resultado fue que no perdió el pelo.
“El hecho de no perder el pelo durante la quimio, no es una cuestión de estética, sino de dignidad, de no verte enferma. Esto te ayuda mucho con la efectividad del tratamiento”, dice Paula.
Tras el éxito que obtuvo en si misma, la argentina decidió iniciar un grupo de acompañamiento para pacientes con cáncer en redes sociales. Según indicó, los grupos para el acompañamiento a las personas que quieren utilizar los cascos fríos se han extendido en países como Uruguay, Paraguay, Chile, Colombia, México y España.