Diseñadas para ayudar a caminar a los bebés, las andaderas se han empleado desde la edad media. Desde entonces, su estructura poco ha evolucionado y a decir de los expertos su uso puede afectar el desarrollo motriz.
“Se cree que lo vamos a estimular más para que camine, que vamos a estimular más sus piecitos. La realidad es que no, a veces los meten a una edad supertemprana de 7 meses donde el niño todavía no se sienta solo, entonces meterlo a una andadera donde todavía el niño no se sienta solo es estar balanceando su tronquito sin control y puede lastimarse”. Noemí Hernández | Pediatra
También interrumpe el ciclo natural para que el bebé aprenda a caminar.
“Estamos adelantando una etapa y sobre todo nos estamos perdiendo de que el paciente naturalmente en el desarrollo tenga esta estimulación, es decir, que él solito vaya explorando y vaya madurando; es como querer correr antes de caminar. Un paciente que todavía no camina y se echa sus carreritas en la andadera, eso hace que tengamos más accidentes aunados a algunos problemas ortopédicos que a veces tenemos en la cadera”. Javier Martínez | Neurólogo Pediatra
Judith Salvador es neuropsicóloga y afirma que hay un tamaño estándar y algunos niños son muy pequeños y entonces lo que hacen es caminar de puntitas y esto afecta la postura, afecta la caminata.
Accidentes por uso de andadera
Además, incrementa el riesgo de accidentes.
“Una de las causas por las que no recomendamos el uso de andaderas en primera instancia es la cantidad de accidentes que se presentan por año de los pequeños; es muy común que los niños con andadera se caigan de las escaleras y esto les causa traumatismos craneoencefálicos, fracturas en los brazos, contusiones o heridas” Noemí Hernández | Pediatra
Su uso se puede sustituir por corrales, que permitan el libre movimiento del bebé.
“Tener más movimiento libre en zonas seguras puede ser en el suelo: los que vivimos en la ciudad o en el pasto; si se puede ir al parque y ver los desplazamientos motivados por estímulos atractivos para que esto estimule el desarrollo del gateo”. Judith Salvador Cruz | Neuropsicóloga, UNAM
Si se opta por el uso de la andadera, especialistas recomiendan: no utilizar andaderas hasta después del año de edad, vigilancia permanente.
El bebé no debe permanecer en la andadera por más de dos horas, ajustarla al tamaño para evitar que sus pies cuelguen. Además, es necesario que la andadera cumpla con las especificaciones de seguridad de la Norma Oficial Mexicana vigente desde 20 junio de 2000 (NOM 133/1-SCFI-1999).
