Celebra este Día del Abrazo con buena salud, porque según expertos, abrazar tiene una serie de beneficios a la salud de las personas, ya que son fundamentales para el desarrollo biológico, psicológico y social. Sin embargo, su ausencia podría causar alteraciones metabólicas.
Alteraciones metabólicas y otros efectos negativos de no abrazar
Alicia Castillo Martínez, profesora de Neuroanatomía Funcional de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), asegura que la falta de este contacto afectivo causa alteraciones metabólicas y del comportamiento en las personas.
“En niños retirados tempranamente de la mamá o con un contacto limitado con ella, la falta de abrazos afecta la expresión de genes muy importantes, lo cual trae como consecuencia alteraciones en todas las ‘rutas de crecimiento’”, dijo Castillo, quien agregó que la carencia de abrazos también daña la síntesis de “los factores de crecimiento”, enzimas que al faltar alteran muchas rutas metabólicas causando, por ejemplo, “fallas en la memoria”.
De acuerdo con la especialista, la persona que no fue suficientemente abrazada de pequeña presenta alteraciones a nivel neurofisiológico (en los sistemas dopaminérgicos, incluido el de recompensa) que causan un mal funcionamiento afectivo y psicosocial, lo que le impide “generar vínculos sanos” en la vida adulta.
Además, los pequeños que reciben pocos abrazos, de adultos pueden presentan hiperactividad motora, por lo que les cuesta trabajo controlar sus propios movimientos,. y aunque no altera demasiado su funcionalidad, esta alteración es visible y se exacerba bajo estrés.
Beneficios a la salud de abrazar
Regeneración de las células
El contacto afectivo mediante el abrazo de familiares, amigos, de la persona amada, indirectamente apoya o facilita la regeneración de las células, y es que, aunque ya no se esté en crecimiento de estatura, todos los tejidos se tienen que regenerar, y esa regeneración celular está mediada por factores de crecimiento. Lo que se traduce en salud, indicó Castillo.
Reduce el riesgo de enfermar e incluso morir
Los seres humanos sin contacto afectivo tienen un riesgo más alto no sólo de padecer enfermedades sino incluso de morir indicó la experta, quien agregó que en el caso de enfermos que son tocados afectivamente, estos muestran una recuperación más rápida.
Activación neurológica
Los abrazos son reconfortantes y placenteros porque activan el sistema de recompensa que libera dopamina. Por ejemplo, cuando abrazamos a la persona amada, se activan neurológicamente tres partes: afectiva, del deseo y de la atracción.
Ayuda a sentirse aceptado, amado y reconocido
La importancia de los abrazos en los adultos se debe a que hay una relación directa entre “la proporción del abrazo” y tres variables psicológicas clave para una buena vida: “sentirnos aceptados, amados y reconocidos”.
Un abrazo a un niño es un mensaje de aceptación, afecto y reconocimiento, vital para que se construya “física, emocional y cognitivamente”, mientras que en adultos enfermos, ansiosos o estresados el cerebro regresa a los momentos en los que necesita el contacto afectivo.
Reduce el estrés y activa la capacidad de resolver problemas
Además, en el adulto, el abrazo permite la autorregulación, tener una base para poder pensar, tomar decisiones y resolver sus preocupaciones, ya que ayuda a secretar hormonas funcionales como la vasopresina (más en los hombres) y la oxitocina (mayor en mujeres), asociadas a “un estado de relajación y a poder crear vínculos”.
“Ningún abrazo resuelve un problema”, aclaró la doctora Castillo, pero puede ser el principio para “regresar a la estabilidad”. El abrazo del otro ayuda a estabilizarse, a reducir la preocupación y el miedo para activarse en la resolución de problemas. Incluso, puede ser un elemento que apoye nuestra creatividad.