Ubicada entre Madero y Eje Central, a pasos de la Casa de los Azulejos y el Palacio de Bellas Artes, está la Torre Latinoamericana en la Ciudad de México, que este 30 de abril cumple 65 años de ser una obra ejemplar de la ingeniería mexicana.
Su corazón está en los sótanos, cuenta el ingeniero Víctor Hugo Aricea, quien tiene 25 años trabajando en este edificio considerado uno de los primeros rascacielos en la capital del país.
“… Tenemos equipos de bombeo, tanto de emergencia como normales, plantas diesel para energía eléctrica de emergencia, tenemos el área de subestación con transformadores, todo lo que son las transferencias para carga de emergencia y todos los elementos para funcionamiento eléctrico, básicamente que es la distribución hacia el edificio…”
Víctor Hugo Aricea | Ingeniero residente Torre Latinoamericana
Subir por el elevador desde la planta baja hasta el piso 37, toma solo 29 segundos. Son tan veloces que avanzan 4 metros por un segundo.
En el Piso 1 de la Torre, hay un laberinto de espejos. Pero sin duda, la zona más popular, es la turística, en los últimos 5 pisos de la Torre, desde donde se puede admirar parte de la capital del país.
Además de disfrutar de deliciosos platillos, en un restaurante que ha enmarcado momentos especiales.
“… Es como tu mejor marco para pedir matrimonio. Hemos tenido desde quién dice que sí, desde quién dice que no, lamentablemente suele pasar todo…”
Janet Chávez | Relaciones públicas, Restaurante MirAlto
Ya en los pisos 43 y 44, se disfruta de una vista de 360 grados. Donde se puede observar hasta Palacio Nacional.
“… Hacia el norte se ve Bellas Artes, aquí abajito está el MONAL este lado podemos ver Palacio Nacional, la Catedral, el Zócalo”
Verónica Jaime Cuevas | Ventas y Promoción Turística, Mirador Torre Latinoamericana
Si alguien quiere ver más allá, puede usar los telescopios.
“Personalmente he visto, en días despejados, hasta Teotihuacán
Verónica Jaime Cuevas | Ventas y Promoción Turística, Mirador Torre Latinoamericana
Su antena de televisión, ahora de radio, es la parte más alta de esta Torre Latinoamericana, a quien muchos llaman de cariño “La Latino”.