El sonido del bosque contrasta con el paisaje, aquí los talamontes arrasaron. Desde el aire, el verde frondoso se pierde poco a poco y muestra hectáreas semiáridas; es San Miguel Topilejo, en Tlalpan, al sur de la Ciudad de México.
Bajo anonimato, comuneros de la zona, narran la devastación.
Creemos que van más de 3 mil hectáreas que han sido taladas clandestinamente. El ocote se llevan, es lo más comerciable
Comunero de San Miguel Topilejo
Cuando acaban de talar, prenden fuego al pasto para distraer a las autoridades, y poder extraer madera en otro sitio. Después los talamontes se pierden en el bosque.
Cuando nosotros vamos en camino ellos están avisados, por medio de radios o teléfonos celulares. Se les avisa de cuando llegamos ya sea nosotros a la Guardia Nacional o la Secretaría de Seguridad Ciudadana, ya salieron.
Comunero de San Miguel Topilejo, CDMX
Por todo esto, la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural inició la formación de brigadistas inspectores, que darán acompañamiento legal a fuerzas policiales, para combatir este delito ambiental.
El objetivo es que cuando haya detenidos, no cometan errores al integrar las carpetas de investigación.
Hay una responsabilidad grande, la responsabilidad de poner en los documentos lo que se debe poner, para que los delincuentes se queden detenidos
Columba López, directora de CORENADR
A la estrategia se integra la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.
El tema tiene un gran ingrediente económico. Es necesario también ir siguiendo estas cadenas, a través de las cuales se van obteniendo ingresos
Blanca Alicia Mendoza, procuradora Federal de Protección al Ambiente, PROFEPA
Se espera que los primeros 20 brigadistas certificados, empiecen a operar en un máximo de dos meses.
Por lo pronto comuneros y autoridades, y continúan con patrullajes y aseguramientos de madera ilícita en la zona.
Llegan a entrar y salir entre 20 y 25 camionetas, que entran por diferentes puntos. La mayoría entran por el estado de México
Comunero de San Miguel Topilejo, CDMX