En las orillas de Tepito los puestos lucen abandonados, pero en las entrañas del Barrio Bravo la situación es muy diferente.
Sus calles están atiborradas de comerciantes informales.
“No nos dejan vender, pero tenemos que torear, para vender, para tener algo, para sobrevivir, de aquí al 6 de enero para los juguetes”.
Comerciante
En Tepito no respetan el veto que impuso el Gobierno para frenar las actividades no esenciales por el aumento de contagios por COVID-19 en la Ciudad de México.
Y muchos no usan cubrebocas.
UnoTV realizó un recorrido en Tepito por las calles de Peralvillo, Jesús Carranza, Tenochtitlán, Aztecas y Florida. No ha parado ninguna actividad.
- Ahí están las chelerías, puestos de cigarros pirata y familias en busca de los regalos de fin de año.
Algunas cargan a niños en brazos, se amontonan en pasillos estrechos para comprar ropa, tenis, perfumes y electrónicos, también lo hacen alrededor de puestos de tacos.
El panorama cambia sobre el Eje 1 Norte, ahí sí se levantaron los puestos.
“Esto es a raíz de la pandemia que existe dentro de la Ciudad de México, pero es por seguridad de nosotros, para no tener algún tipo de contagio, es mejor quedarse en casa”.
Fernando Sánchez | Visitante
Comerciantes establecidos del Mercado de la Lagunilla admitieron que acataron las medidas sanitarias a medias.
“Otros años esto sí estaba a reventar, pero ahorita por esta situación nos vemos en la necesidad de salir a tratar de ganarnos un peso para llevar a casa. Está cerrado y estamos trabajando en bodegas, como vaya pasando la gente tratamos de atenderlos lo mejor posible”
Comerciante establecido
Todo esto pasa en Tepito y bajo la mirada de los inspectores de vía pública de la Alcaldía Cuauhtémoc desplegados en la zona.