Algunos gimnasios siguen bajo candando y otros solamente abrieron para desempolvar el equipo.
Los que reanudaron actividades se esmeran en garantizar la seguridad de sus socios que en todo momento se debe utilizar cubrebocas, así como sanitizar manos y calzado.
“No compartimos material, es individual 100% se limpia y se desinfecta antes y después de cada clase. Además de desinfectar su calzado, pedimos que traigan uno a parte que sea el del entrenamiento, para que no afecte todos los contaminantes que están afuera dentro del establecimiento”.
David Cureño, entrenador Vista Fitness Center
En este gimnasio ampliaron el perímetro de 2 a 3 metros para cada usuario y utilizan una aplicación para que los clientes puedan hacer cita y respetar el aforo máximo de 30%.
Jazmín es socia de Vista Fitness Center afirma que tras meses haciendo ejercicio en casa, “regresar es maravilloso” y no niega que es un poco complicado trabajar con el cubrebocas.
El cierre durante más de medio año afectó sensiblemente las finanzas de pequeños gimnasios.
“Los daños son incalculables en el sentido que afectó a mi personal y al propio negocio. Obviamente la falta de pago, los gastos fuertes como son renta, servicios de luz, agua, teléfono.”
Arnulfo Suárez, gerente Be Dynamic
Ahora, los dueños buscan reabrir y ofrecer estrictos filtros sanitarios para recuperar clientela
Trabajan en adaptaciones para respetar las reglas que impuso el Gobierno de la Ciudad de México como condición para poder operar durante el semáforo naranja y evitar contagios por COVID-19.