Cuando tenía 4 años, le diagnosticaron cáncer a Davis; lo superó, pero cuatro años después, la enfermedad regresó.
Un segundo golpe anímico para la familia llegó. Johan, el hermano de Davis, asegura que la noticia dolió… y mucho.
“Ya estaba contento, pero porque ya se había curado, y cuando me dieron la noticia me dolió mucho”.
Johan, hermano de Davis
A Davis lo atienden en el Hospital de Alta Especialidad de Ixtapaluca, pero su mamá dice que desde hace más de dos años hay intermitencia en el abasto de medicamentos contra el cáncer.
“Estamos luchando para que les den su medicamento, para que los niños tengan más vida porque es lo que les da la quimio, vida”.
Rosa Isela de la Cruz, mamá de Davis
Davis cuenta que cuando no hay medicamento, deben adelantar otro “… y después cuando hay (medicamento) me lo ponen…”.
Cuando el pequeño Davis no tiene sus tratamientos, la señora Rosa ha tenido que buscar ayuda, y son las fundaciones quienes brindan, de tener, el medicamento que Davis requiere.
En medio de los tratamientos y el desabasto, Davis no se olvida de ser niño, pero cuando tiene que ir al hospital, la dinámica cambia, y saber que en casa lo esperan sus hermanos se ha vuelto la motivación del pequeño.
“Le digo: ‘Tienes que salir porque nos están esperando tus hermanos’. De hecho, es una de las cosas que a Davis le da fuerza, salir y ver a sus hermanos”.
Rosa Isela de la Cruz, mamá de Davis
La mamá de Davis ha participado en las protestas para conseguir tratamientos completos; hasta el momento, no han conseguido los resultados esperados.
“Queremos medicamento para nuestros hijos porque queremos que nuestros hijos vivan”.
Rosa Isela de la Cruz, mamá de Davis