Si tu “michi” acostumbra salir de casa, ten cuidado: su salud puede estar en peligro. Puede contagiarse de leucemia viral felina, un virus que afecta a las células de los gatos.
“Un gato que está infectado con el virus de la leucemia felina, imagínense que tiene hasta más de 60 veces el riesgo de tener un tipo de cáncer que se llama linfoma”.
Alejandro Cervantes, jefe de Oncología del Hospital Veterinario de Especialidades, UNAM.
Un virus muy contagioso
Este virus es muy contagioso: la saliva, la orina y las heces lo contienen.
“Por ejemplo, los gatitos que les gusta salir a la calle y demás, que convivan con otros gatos y convivan, me refiero a cualquier tipo de convivio, o sea positivo, muy bonito, cariñoso, que entre ellos se acicalan o un convivio feo, como peleas, peleas mordidas y demás, en donde hay intercambio de saliva en ambos escenarios“.
Alejandro Cervantes, jefe de Oncología del Hospital Veterinario de Especialidades, UNAM.
Aunque menos común, se puede contagiar de madres a cachorros.
“También en la leche materna, esto es raro porque cuando una gatita está infectada generalmente el virus causa aborto y no llegan a nacer los gatitos“.
Luisa Ramírez, Centro Veterinario Felino.
Un gato portador puede no presentar síntomas
Un gatito puede ser portador del virus y no presentar síntomas; sin embargo, es letal.
“Una vez que un gatito sale positivo, el pronóstico de tiempo de vida va de tres meses hasta tres o cuatro años, pero si es positivo, con signos clínicos, significa que muy probablemente ya es crónico, entonces ya no podemos decir que desde ese momento va a vivir tres o cuatro años, a lo mejor ya el tiempo es menos”.
Alejandro Cervantes, jefe de Oncología del Hospital Veterinario de Especialidades, UNAM.
Los síntomas varían, de acuerdo con el sistema inmune del minino.
“Desde de fiebre, baja de peso, pérdida del apetito, cualquier signología respiratoria, digestiva, ocular, cutánea, problemas en la reproducción, es un virus que puede afectar cualquier órgano o sistema”.
Luisa Ramírez, Centro Veterinario Felino.
La mejor forma de proteger a los gatos es la vacunación y evitar que salgan de casa.
“Podría ser quizá irresponsable dejar que salgan sin vacunas y demás, y que se puedan contagiar y puedo entender un desenlace fatal. Lo mejor es que vivan dentro de casa con un adecuado enriquecimiento que puedan llevar a cabo sus conductas naturales”.
Román Pino, director, K´UUB Veterinarios de la Conducta.
A decir de los expertos, aún no existe un tratamiento específico contra el virus y, para detectarlo, es necesario acudir a consulta con el médico veterinario.