En épocas del año donde las lluvias y truenos son recurrentes, hay personas que no la pasan nada bien y que sufren de pluviofobia y ombrofobia.
Nallely Vázquez es una de estas personas, quien confiesa que siente “mucha ansiedad, un malestar muy fuerte: Para mí la temporada de lluvias es terrible y la paso muy mal”.
Vanessa Negrete, por ejemplo, comienza a perder el control cuando escucha que truena el cielo.
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“Siento que me bloqueo y me da mucho miedo, me dan muchas ganas de llorar, siento como mucha ansiedad”.
Vanessa Negrete, paciente.
La Coordinadora de Investigación del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la UNAM, Ingrid Vargas, explica que la fobia a la lluvia es un trastorno de ansiedad.
“Expresamente, la ombrofobia o la pluviofobia hacen relación al miedo extremo, al temor irracional e intenso por mojarse con el agua de lluvia. El mero hecho de enterarse de que va a haber una lluvia fuerte les genera ya toda la reacción de ansiedad”.
Ingrid Vargas, coordinadora del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental, UNAM.
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La psiquiatra señala que además de la ombrofobia y pluviofobia, está la brontofobia y la astrafobia, que es el pavor a los rayos y truenos.
“El miedo a todo el fenómeno, los truenos. El que un trueno pueda caer en una estructura e incendiarla, el ruido y por supuesto el agua”.
Ingrid Vargas.
La especialista señala que la mayor parte de los casos no están diagnosticados. Las personas evitan la situación y tratan de hacer una vida normal.
Nallely ha estado a punto de cancelar sus actividades deportivas y Vanessa, dejar de trabajar.
“He tenido ganas de cancelar los partidos para no tener que mojarme en la lluvia, me causa mucho malestar”.
Nallely Vázquez.
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“Yo me arranco (en el automóvil) porque no me gusta quedarme en un lugar donde está lloviendo”.
Vanessa Negrete.
La experta, Ingrid Vargas, dice que no es bueno vivir así: “Si una persona ya desarrolló una fobia, es muy probable que haya más riesgo de que aparezcan otras condiciones de ansiedad”.
La coordinadora del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la UNAM recomienda acudir al médico y afrontar las fobias, porque los fenómenos meteorológicos no son inevitables.