Blanca Rodríguez da la bienvenida a un temazcal donde, asegura, la humedad cura. Ella es una curandera que en la Ciudad de México (CDMX) preserva la medicina tradicional de nuestro país.
En el temazcal, Blanca explica su proceder:
“Entramos con un tambor de agua que representa el latido del corazón. La humedad se va a llevar las toxinas, por medio de ese sudor vamos a ir eliminándolas. Nuestro cuerpo empieza a eliminar y va a ir quitando molestias en articulaciones, músculos, órganos internos, porque está sacando humedad y desinflama”.
Blanca Rodríguez.
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En Buenavista, un pueblito de Veracruz, Blanca aprendió remedios de sus abuelos, papás y tíos. En la CDMX, se ha especializado.
“Curso diplomados de herbolaria, a veces en la UNAM, a veces en el Poli”.
Blanca Rodríguez.
Verónica, otra historia de preservación de la medicina tradicional
Verónica Reyes, psicóloga, egresada de la UNAM, compagina, desde hace 15 años, su profesión con la medicina tradicional.
Cura de empacho, susto, soba y levanta la vejiga.
“Hice una investigación y vi que había muchas situaciones, enfermedades, sobre todo, que tenían no un origen orgánico sino más bien emocional”.
Verónica Reyes.
Blanca, junto con Verónica, buscan preservar la medicina tradicional mexicana.
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“Estás en el pueblo y te enfermas, lo primero que te dan es un ‘tecito’; ese ‘tecito’ se encuentra en la parte de atrás de la casa porque ahí están las plantas”.
Blanca Rodríguez, curandera.
Las mujeres utilizan recursos naturales como el hinojo, el cual “es muy bueno para la digestión y ayuda cuando hay cólicos”.
“A mí me atienden (también) en el centro de salud y nunca he dejado de atenderme”.
Ernesto Flores, paciente, asiduo a la medicina tradicional.
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“No se les quita su medicamento base que les da el médico alópata, pero nosotros tratamos de darle otro que le ayude”.
Blanca Rodríguez, curandera.
Verónica y Blanca son dos de los 145 médicos tradicionales contabilizados en las 16 alcaldías de la capital del país.