Omar Alejandro Paniagua tiene 30 años y es trailero. Él, como muchos de sus colegas, sabe que las largas jornadas en carretera llevan a muchos de los que se dedican al volante a consumir drogas para vencer el cansancio.
“Redicres, Asenlix, Obeclox, Itravil, son los psicotrópicos que yo conozco a la venta”, confiesa desde la cabina del tráiler que conduce.
La premura por entregar la carga y la falta de condiciones para detenerse a descansar, para algunos, generan períodos de hasta 15 horas de manejo sin parar.
Algo contrario a la ley, explica Leonardo Gómez, Director de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP)
“¿Qué dice la NORMA 087? Que deben de conducir cinco horas y descansar 30 minutos, así sucesivamente hasta no rebasar las 14 horas de operación”.
Quienes no cumplen con los horarios que les fijan algunas empresas, cuenta Omar, usan incluso sustancias más fuertes.
“Muchos recurren al consumo de cristal, cocaína, esas son otras drogas”, señala.
Por esta razón, tanto choferes como asociaciones de transporte pugnan por sitios seguros en los caminos para descansar.
“La autoridad debe impulsar que se generen paradores seguros, que cuenten principalmente con la seguridad y con los servicios mínimos que requiere el propio operador”.
Leonardo Gómez, director de la ANTP
Un argumento que también comparten traileros como Fabián Martha.
“Ya están muy feos los asaltos y no tenemos dónde pararnos y la misma empresa nos presiona de que hay que llegar con los clientes”, afirma.
Ante la presión por parte de algunas empresas para entregar los productos con la mayor premura posible, el Centro de Experimentación y Seguridad Vial México (CESVI) pide no propiciar excesos.
Estas prácticas o dinámicas se deben evitar para disminuir el riesgo de accidentes.
“Hay algunos incentivos perversos, como el de pagar 50 centavos por cada kilómetro que recorras. Entonces eso hace que el conductor quiera conducir todo el tiempo para ganar más dinero”.
Miguel Guzmán, director de Seguridad Vial del CESVI