María Teresa perdió la vista hace 17 años por cataratas, sin embargo, su mejor motivación para salir adelante fue su hija Ariadna y su frase es “no me quedo quieta”, así define su vida.
“La cataratas se van desarrollando los otros sentidos, yo cuando era débil visual yo también decía pues no es cierto, lo empecé a sentir hasta que se pierde la vista”.
María Teresa Galván Soria, especialista en Masoterapia y medicina natural
Luchó por ella y por su hija Ariadna, hoy estudiante de preparatoria.
“Ella es el ejemplo de que todo es posible, y pues de repente me acuerdo de ella, de todo lo que pasa y digo, cómo no voy a poder, si puede ella yo también”.
Ariadna Ramírez, hija de María Teresa
María estudiaba contabilidad, pero decidió dar un giro tras perder la vista.
María Teresa Galván Soria añadió también que había pedido un cambio “no me lo daban y vuelvo a decir ‘yo no me quedaba quieta’ entonces seguía rehabilitándome no, y estudié la carrera de masoterapia“.
Ahora, cura con sus manos:
“Te voy a dar un masaje para descontracturarte pues esa contractura está muy fuerte, por eso te duele, tomé un diplomado en la UNAM relacionado a lo que es el masaje del deporte”.
María Teresa Galván Soria, especialista en Masoterapia y medicina natural
Además, estudió medicina alternativa (plantas) “nos enseñaron un poco de todo como acupuntura“.
“Esa esencia va a ser de mandarina para que te quite el estrés, te ayuda para la angustia, la depresión, crear endorfinas y te ayuda a sentirte mejor”, dice.
Ariadna tiene en su madre un apoyo y ejemplo a seguir.
“Siempre que yo acabo un resumen o así, yo voy corriendo y luego, luego se lo leo a ella, o cuando me quedo sin ideas, pues también voy con ella”.
Ariadna Ramírez, hija de María Teresa
Mientras que, su madre dice que por ella sigue adelante, que sin ella estaría deprimida y así salir adelante las dos.
Perder la vista, no es un obstáculo, dice, “nada es imposible, ahora sí que la barrera uno mismo nos la ponemos”.