Una mala operación de cataratas traumáticas dejó ciego a Alfredo, pero esto no lo alejó de su pasión: disfrutar del camino sobre una bici.
“Yo veía bien hasta los 14 años, de los 14 a los 26 fui perdiendo la visión poco a poco.
Alfredo Ramírez, beneficiario
Andar en bicicleta fue para Alfredo como renacer, pues es su deporte favorito. Encontró en “Paseo a Ciegas” el espacio perfecto.
“Ir a rodar en una bicicleta adaptada, una bicicleta doble, en un triciclo, en un remolque o ir a un museo, a un teatro, a un concierto, ir al cine”
Manuel de la Torre, presidente de Paseo a Ciegas A.C.
Voluntarios y beneficiarios se reúnen para rodar en bicicletas tandem, Daniel es voluntario, pero primero recibió un taller de sensibilización.
“Desde aprender a usar el bastón, pero sobre todo es entrar a la vivencia de qué es lo que vive una persona que no ve un día como cualquiera”.
Daniel Estrada, voluntario
La confianza es primordial.
“Desde que nos conocemos es tratar de infundir confianza para que la persona que va atrás se sienta seguro de que va ir contigo y que no se va a caer”.
José Armando Díaz, voluntario
En un paseo a ciegas sobre la bici se desarrollan otros sentidos.
“Desde cómo está el piso, el suelo, el pavimento, los sonidos, aquí sobre Reforma hay dos iglesias, son muy peculiares cuando están sonando las campanas, la fuente de la Diana, la fuente que está en avenida Juárez y Reforma”.
Alfredo Ramírez, beneficiario
Para ser parte de “Paseo a Ciegas” como voluntario o beneficiario basta con acudir a Avenida Paseo de la Reforma frente a la Diana Cazadora todos los domingos en un horario de 9 de la mañana a 1 de la tarde.
“Es saber que con algo muy pequeño, algo que para mí puede ser una pasión de vida como el uso de la bicicleta, estamos haciendo mucho por una persona con discapacidad, es algo que no se paga con nada, es ahí donde entra el amor al prójimo”…
Manuel de la Torre, presidente de Paseo a Ciegas A.C.