La señora Hilda es de Oaxaca, en su pueblo, cuando pasa el Día de Muertos, la flor de cempasúchil vuelve a la tierra.
“En mi tierra la ocupan para semilla y la demás se va a la tierra, al abono, entonces aquí no sé si es para el abono para otras cosas no sabría”.
Hilda Alba | Habitante de Iztapalapa
Pero en la Ciudad de México, donde vive actualmente, el cempasúchil, la característica flor de los muertos tiene otro final.
“Yo las flores cuando ya se secan lo normal se echa a la basura, no lo conservamos”.
Hilda Alba | Habitante de Iztapalapa
Al quitar la ofrenda, Karina y su familia también acostumbran deshacerse de los pétalos amarillos.
“De hecho, ya este fin de semana los vamos a quitar y ahora sí que las flores las mandamos a la basura”.
Karina | Habitante de Tláhuac
Lo que no saben, dice Citlali Hernández, especialista en lombricomposta, es que la flor de cempasúchil tiene otros usos.
“Puede utilizarse como alimento, en diferentes recetas, en sopa, en arroz, si sabemos que tuvo un cultivo limpio, un cultivo libre de agroquímicos. El propio cempasúchil controla algunas plagas si se conserva en aceites macerados o en tinturas puede servir para la agricultura agroecológica. Sirve para la reforestación del área verde, para el taller de teñido textil y también para el taller de papel hecho a mano”.
Citlali Hernández | Tallerista Faro Tláhuac
Por eso en el Faro de Tláhuac, Citlali ha abierto un centro de acopio para que esta flor de temporada no sea sólo un adorno que termina en la basura.
“Separamos primero las flores, vamos a separar la flor de la planta y de la raíz, porque tienen diferentes usos, con la flor se puede teñir, se aprovecha el color, la pintura”.
Citlali Hernández | Tallerista Faro Tláhuac
La señora Guadalupe, habitante de Iztapalapa, celebra la apertura de este centro que recibirá flores de cempasíchil hasta el próximo 20 de noviembre.
“La voy a dejar unos 15 días, unos 10 días más y para guardar todo lo que es rescatable”.
Guadalupe | Vecina Iztapalapa