Marco Antonio es un hombre que perdió ambas piernas a los 8 años y ahora ayuda haciendo labores en las sedes de vacunación de la Ciudad de México.
“Andaba de travieso en un tren, me fui, viajé, me resbalé, desperté en una cama de hospital y desde ese entonces ando aprendiendo a vivir”.
Marco Antonio Borbón, brigadista de INJUVE
Frente a él se presentaron mil posibilidades para no superar esta situación ,pero eligió la mil uno: seguir adelante.
“Aprender a seguir viviendo bien y a gustar de vivir”.
Marco Antonio Borbón, brigadista de INJUVE
Hace 13 años se acercó al Instituto de la Juventud de la Ciudad de México, no para recibir sino para brindar ayuda, con su mejor aliada que es una patineta. Con ella recorre cada punto de la Ciudad de México donde sea requerido, hoy es coordinador de las brigadas de Conciencia Social y Medio Ambiente, además también apoya en las sedes de vacunación.
“Ahora que estamos justamente apoyando en las jornadas de vacunación entre sus actividades está apoyar en los accesos, particularmente a él le corresponde prioritarios que son personas que vienen en silla de ruedas, personas que tienen una movilidad complicada”.
Beatriz Olivares, directora de INJUVE CDMX
A sus 39 años, ha aprendido a interpretar y ser consciente de la realidad de quienes lo han discriminado por su discapacidad.
“Es muy interesante venir y apoyar a la gente, sobre todo orientarla y hacer que su paso a esta vacunación sea más accesible y organizado”.
Marco Antonio Borbón, brigadista de INJUVE
“Tengo chicos que no ven, son ciegos, hay jóvenes sordos y con capacidades diferentes que encuentran en el instituto un espacio en el que pueden desarrollar las habilidades que tienen”.
Beatriz Olivares, directora de INJUVE CDMX
Hoy Marco Antonio continua fijándose metas en su vida.