Piedras, granos de café, y piezas de cobre llamadas tajaderas o hacha azteca, eran medios de cambio antes de que existiera el dinero en nuestro país.
Son tan solo una pequeña parte de la riqueza del nuevo Museo Banco de México, como lo relata su titular, Anareli Acosta.
Desde medios de cambios prehispánicos, moneda virreinal, todas las acuñaciones del siglo XIX.
Anareli Acosta Villegas | Titular del Museo Banco de México
El Museo Banco de México se ubica en el edificio central de la institución, que por primera vez abrió sus puertas al público.
Este edificio que tiene más de 100 años de historia, que es una joya arquitectónica muy emblemática de la ciudad de México, del estilo art decó.
Anareli Acosta Villegas | Titular del Museo Banco de México
En su colección se documenta la historia del dinero, dice Anareli Acosta.
Desde el primer peso mexicano de 1822, pasando por toda la familia de billetes, hasta el último de 20 pesos.
Ha venido acumulando desde 1929, hoy en día tenemos más de 100 mil piezas.
Anareli Acosta Villegas | Titular del Museo Banco de México
La pesada puerta del corazón del museo también está abierta, para entrar a una verdadera bóveda bancaria.
En el recorrido resaltan lingotes de oro, propiedad de la reserva del Banco central.
De manera interactiva se muestran los bienes públicos que la institución provee: estabilidad de precios y política monetaria. Todo ello con la facultad que le da su autonomía.
Para la titular del museo, la elaboración de monedas y billetes está íntimamente ligada a la historia nacional.
A todos los próceres que han salido en los billetes, se van rotando y cada uno va platicando su historia
Anareli Acosta Villegas | Titular del Museo Banco de México
Resalta en sus escaleras un vitral animado de Fermín Revueltas.
- La galería está abierta de martes a domingo de 11 a 17 horas, la entrada es gratuita y debe registrarse en museobancodemexico.mx
El Museo Banco de México se encuentra a un costado del Palacio de Bellas Artes, en la calle 5 de mayo, número 2, en el Centro Histórico.
