Las máscaras son el elemento más característico de la Lucha Libre Mexicana, ellas ocultan la identidad de quienes, al portarlas en el ring, se transforman en ídolos del cuadrilátero.
“La máscara en la lucha libre es fundamental y trascendente, para el luchador, porque muchas veces adoptan esa doble personalidad”.
Christian Cymet, coleccionista
Christian Cymet quedó fascinado con la Lucha Libre desde niño, cuando su papá lo llevó a la Pista-Arena Revolución.
“Yo sí le dije a mi papá, oye papito, quiero ir a ver al Súper Muñeco. La Pista Arena Revolución era una arena muy bonita, era una arena muy familiar. De donde te sentaras, podías ver las luchas”.
Christian Cymet, coleccionista
Hoy, nada queda de la Pista Arena Revolución.
Pero en Christian quedó arraigada la emoción por conservar algo de rudos y técnicos, desde entonces inició su colección de máscaras y artículos de las luchas.
“Empiezo de niño a coleccionar fotos, revistas, programas… y también, como todo aficionado, empiezo a coleccionar también las máscaras afuera de las arenas. Pero un día un fotógrafo, el ‘Chilikas’ me llevó máscaras luchadas, venía una de Canek, una de El Cruel, una de Némesis, y cuando las vi dije: ¡Wow!, esto es increíble”.
Christian Cymet, coleccionista
Máscaras invaluables de la lucha
Se consideran máscaras invaluables a aquellas que conservan el sudor del ring.
“Más de 2 mil 500 máscaras donde hay de El Santo, de Blue Demon, de Mil Máscaras, del Rayo de Jalisco, de Huracán Ramírez, máscaras que han sido utilizadas en encuentros de máscara contra máscara“.
Christian Cymet, coleccionista
Todas cuentan una historia.
“Por ejemplo, tengo las máscaras que Fishman le ganó al Cobarde, que le ganó al Faraón, que le ganó a Sangre Chicana, las máscaras que Huracán Ramírez le ganó al Enfermero“.
Christian Cymet, coleccionista
Ahora sus máscaras forman parte de exposiciones en museos nacionales e internacionales.
