Vivir en unidades habitacionales conlleva derechos y obligaciones, límites que pueden determinar una sana o mala convivencia. Lo primero, y más importante, es saber que existe la Ley de Propiedad de Condominios de Inmuebles de la Ciudad de México (CDMX). De ahí, se desprenden reglas de cohabitación.
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“Lo que nos dice la ley de propiedad en condominio es que todos los que hemos comprado en un inmueble bajo el régimen de propiedad en condominio somos copropietarios”.
Lucía Arellano, administradora profesional de Condominios.
Y así, en conjunto, se debe impulsar la plusvalía de sus hogares. La ley mencionada por la administradora establece puntos como límites de vecinos en condominios, atribuciones y áreas comunes.
Los vecinos deben gozar de áreas comunes, sin afectarlas o modificarlas: “No está permitido el que podamos cercar o darle un uso diferente a las áreas comunes para el que fue determinado en el régimen”, detalla Lucia Arellano.
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Además, se deben mantener limpias las unidades habitacionales, para evitar problemas como el que refiere Jesús Aceves, vecino de la Unidad Habitacional de Tlatelolco, en la CDMX:
“De los alrededores traen animales de afuera; no es que no puedan venir, pero no levantan sus residuos, los dejan aquí y ése es otro problema”.
Dentro de las atribuciones y responsabilidades de los vecinos en condominios se encuentran:
- Contar con una Asamblea General, para la toma de decisiones
- Tener administradores
- Comité de vigilancia
- Cubrir cuotas
Uno de los temas más controversiales entre vecinos es el cobro de sanciones por faltas de pago en cuotas o por no cumplir las reglas de convivencia.
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“Las multas no las podemos cobrar los administradores porque nosotros no somos autoridades ni estamos facultados para poder llevar a cabo el cobro de una multa, lo que comúnmente se establece en asambleas es el establecimiento de penas convencionales”.
Lucía Arellano, administradora profesional de Condominios.
De acuerdo con administradores consultados, un grupo condominio en la CDMX debería de abstenerse o incluso eliminar la posibilidad de establecer multas económicas.
Tener claro que existen estos derechos y límites favorecerá una buena convivencia, evitará conflictos y, en el último de los casos, que un inmueble pierda valor.
