El lila de sus flores inunda camellones, viviendas, banquetas y calles de la Ciudad de México. Las jacarandas marcan el inicio de la primavera.
Sin embargo, especialistas alertan que sobrevivir les significa un reto; las escasas lluvias registradas en 2020 afectaron la reserva de agua que les permiten florecer durante el periodo de sequía.
Si las precipitaciones disminuyen aún más, ellas serían uno de los ejemplares más afectados.
“Lo que sería el adelanto de la floración, la duración de la floración y la calidad de la semilla que nos brindaría la jacaranda”
Isidro Recillas | Subdir. Diseño y Evaluación de Proyectos, SEDEMA CDMX
Y no sería la única especie en riesgo.
“El arbolado entraría en un estrés tremendo por falta de agua y eso implica que el arbolado estresado sea muy susceptible al ataque de plagas y enfermedades”.
Isidro Recillas | Subdir. Diseño y Evaluación de Proyectos, SEDEMA CDMX
Estos árboles también se enfrentan a que en la Ciudad de México cada vez se reducen más los espacios verdes.
Ante ello, el Vivero Nezahualcóyotl de la Secretaría del Medio Ambiente crece, con estricta vigilancia, hasta dos mil jacarandas al año.
Una vez que alcanzan los 2 metros de altura son plantadas de manera estratégica para garantizar su supervivencia.
“Que tienen el espacio suficiente para poderse desarrollar y que con ello nos den los servicios medioambientales que esperamos de ellos. Otro punto importante es la distancia en la que hay que plantarla una de otra por su hábito de crecimiento mínimo ocho, diez metros una de otra para que no haya competencia”.
Isidro Recillas | Subdir. Diseño y Evaluación de Proyectos, SEDEMA CDMX
El objetivo, que sus flores tiñan de morado a la Ciudad de México por muchos años más.