Tras callejones y caminos que parecen llevar a ninguna parte se esconde un paraíso, lagunas y los canales secretos de Xochimilco. Lauro dice que es un regalo ancestral.
“Aquí tenemos la ventaja que el turismo sí llega a visitarnos, pero como es una zona muy reducida, entonces tiene poca afluencia. Al mismo tiempo nos da la oportunidad de conservar estos lugares que nuestros antepasados nos dejaron como regalo”.
Lauro Rivera | Apicultor
Enormes ahuehuetes y ahuejotes cuidan como centinelas la tranquilidad de estas aguas y de las personas como Karina que las visitan.
“Hay gente que está pescando, hay gente que vive por aquí”.
Karina Salazar | Visitante
Arturo y su familia pescan y escuchan un concierto de garzas reales, de gallinas de agua, de urracas, de patos criollos y de pelícanos migratorios.
“Aquí pescamos mojarritas, hay veces que 20, 10, depende, como ahorita llevamos como 10 cada quien”.
Arturo Zepeda | Visitante
Sin turismo masivo, estas lagunas y canales de Xochimilco, todas zonas de conservación, son paraísos escondidos.
Aunque el paso de turistas no está prohibido, los habitantes, como Refugio un floricultor, prefieren seguir así, como un secreto.
“Con ese tipo de lodo se hace la siembra típica de acá, entonces cuando aumenta el turismo o aumenta la mancha urbana como que eso se va a perder, por lo mismo, va a haber más casas, más habitantes”.
Refugio Pacheco | Floricultor
Lauro lamenta que cada vez sean menos los paraísos donde se puede ver el Xochimilco del pasado.
“Laguna del Toro, tenemos la otra parte que es laguna de Trila, la laguna de tezhuilo, que todavía son lugares muy emblemáticos y que todavía conservan su estado natural”.
Lauro Rivera | Apicultor