La Línea 2 del Metrobús que va de Tepalcates a Tacubaya es la primera en implementar el uso de biocombustible en 10 unidades que son sustentables.
“Estamos mezclando biocombustible con el diésel tradicional. Lo que es realmente relevante y emocionante es que este biocombustible se está fabricando a base de desecho, a base de basura, es aceite comestible que se desecha en la Central de Abasto, pasa por un proceso químico que lo convierte en biodiésel”
Roberto Capuano | Director del Metrobús
Esta alternativa se produce en la Planta de Biodiésel de la Central de Abasto. Tecnología desarrollada por el Instituto Politécnico Nacional da una segunda vida al aceite utilizado en restaurantes, hogares e industrias.
“La planta de bioaditivo en la CEDA surge con base en la necesidad de tener fuentes alternas de energía limpia y sustentable dentro de la Ciudad de México”.
Felipe Neri | Responsable, Planta Biodiésel CEDA
El biocombustible está certificado a nivel internacional y puede utilizarse en transporte público, de carga y maquinaria de construcción.
Para validar su calidad y funcionamiento, Metrobús realiza pruebas.
“En este momento nuestra prueba es técnica, queremos asegurarnos que los motores funcionan correctamente con el biodiésel y entonces ahorita tenemos una mezcla de 10% de biodiésel en estos autobuses, podemos aspirar a llegar hasta el doble sin hacer modificaciones a nuestros motores”.
Roberto Capuano | Director del Metrobús
Esta prueba piloto tomará seis meses, una vez avalado se busca implementarlo en otras líneas de Metrobús.
“Debe de saber la gente que ve esta leyenda en los autobuses, que el combustible que traen adentro es un combustible de origen vegetal que sin duda contamina menos que un diésel que tiene origen de hidrocarburos, de petróleo”.
Roberto Capuano | Director del Metrobús