El edificio se ubica en el número 12 de la calle Aguascalientes, en la colonia Roma Sur de la Ciudad de México, una disputa legal entre vecinos no ha permitido reparar estos daños desde el sismo del 19 de septiembre de 2017.
“Ahí se puede notar cómo se ha inclinado hacia este lado del edificio, todo esto ha provocado que muchas losas estén colgadas”.
Enrique Viloria, habitante afectado
Son 70 departamentos, y un grupo de 64 propietarios exigen que el edificio sea demolido.
Afirman que dictámenes del Instituto para la Seguridad de las Construcciones de la capital mexicana, revelan que presuntamente hay “severas fracturas en columnas del sótano“.
Y en niveles superiores destaca alto riesgo de colapso. “Éstas son las columnas que detienen el edificio. Más arriba están más quebradas”
Sin embargo, aquí el contraste de opiniones es claro.
Pero a pesar de los daños hay familias enteras que se niegan a desalojar y por lo pronto también están en contra de la demolición de este inmueble. Por ejemplo, Lucila se opone a la demolición y aún vive en su departamento, considera que una remodelación es suficiente.
“Es que el daño como le comento no es de este es muro. No son los muros ¿sí me explico? Necesitamos obviamente que lo refuercen”.
Lucila Hernández Pérez, habitante de edificio afectado
Y se respaldan con este dictamen del Centro Nacional Prevención de Desastres, el cual afirma que presuntamente no hay daños estructurales.
Mientras el representante legal, Álvaro Isais Miranda, señaló que “la demolición tendría que ser con un daño estructural que llegara por lo menos al 30%, situación que no existe“.
Por todo esto, la Comisión para la Reconstrucción de la Ciudad de México afirma que buscará una tercera opinión.
“Que no sea el Gobierno de la Ciudad, sino una institución como el Instituto de Ingeniería de la UNAM, o como el Colegio de Ingenieros, que revisen toda la documentación que hay”.
César Cravioto, comisionado para la Reconstrucción de la CDMX.
Mientras tanto, el edificio sigue sin una sola reparación.
“Están ellos aferrados a que no, que el edificio se tiene que rehabilitar”.
María de los Ángeles Moreno Arroyo, habitante afectada