En las imágenes del video se ve una toma satelital de un ejido en la zona de Tlaltenco en Tláhuac… es del año 2009. Pequeños asentamientos comenzaron a surgir durante la década siguiente.
El urbanista Adrián Acevedo ha documentado como luce ese espacio que hoy tiene permitida por ley, la venta de ese suelo ejidatario.
“Es este tema, de la venta de terrenos por parte de ejidos, para esta urbanización. Con la reforma del 1992, el ejido ya se puede vender, (antes) la forma en que los pobres podían acceder a suelo urbano era a través de invasiones”.
Adrián Acevedo, urbanista
Cerca de las Lagunas de Xico, en Chalco Estado de México, en menos de cinco años nació otra colonia… de nuevo, por la venta de ejido.
“Hay gente vividora que motiva a los ejidatarios por un dinero. A mí me han llegado: Roberto, ahí te va una lana y véndeme una parcela“.
Roberto de la Cruz Flores, comisario Ejidal, San Gregorio Xochimilco
Así ha crecido la mancha urbana, principalmente en la zona sur-oriente de la capital.
“En la parte de acá tenemos al Frente Francisco Villa, es una amenaza latente, de hecho, donde está la brecha que apenas están rehabilitando estaba invadido y era la amenaza latente de que se pasaran a San Gregorio”.
Pedro de la Cruz de la Cruz, ejidatario, San Gregorio Xochimilco
Son colonias que nacen en la pobreza
“No tienen servicios, no tienen agua, no tienen drenaje e incluso dentro de los planes municipales no se tiene contemplado que vayan a urbanizar por lo tanto el municipio es incapaz de dotarles de servicios”.
Adrián Acevedo, urbanista
¿La causa? La falta de un mercado de suelo que sea accesible.
“Un metro cuadrado de parcela agrícola se vende a cuatro, cinco pesos y un metro cuadrado con un uso, con un fin urbano puede llegar a ser 100, 150 pesos”.
Adrián Acevedo, urbanista
Sin reservas territoriales y sin planificación urbana, la compra de ejidos, advierten, continuará.
“Es un mercado negro de tierras que manejan los ejidatarios y que es bastante lucrativo”.
Adrián Acevedo, urbanista