En el marco del Día Internacional de los Museos 2021, el número 950 de la calle Cuauhtémoc al sur de la Ciudad de México, alberga una colección muy dulce, se trata del Instituto del Arte Mexicano del Azúcar.
Una casa, hoy museo, que perteneció en vida a Marithé de Alvarado, especialista en piezas elaboradas completamente con azúcar.
“Todos sus utensilios originales, sus moldes, sus cortadores y algunas de las piezas que son alrededor de cien”.
Dulce María de Alvarado, directora del Instituto Mexicano del Arte en Azúcar
Aprendió, de niña, técnicas como el glas, la pasta, el pastillaje y el fondant, “la torre Eiffel que fue de las primeras estructuras que hizo en glas, en filigrana en 1937 a los 17 años de edad”.
Reprodujo personajes de cuentos con detalles minúsculos, habitaciones idénticas a una de tamaño real, flores, hojas y ramas que engañan a la vista. Así como detalles churriguerescos de la Parroquia de Dolores. Magia en castillos de princesas.
“Pieza casi toda de azúcar, 99.9% de azúcar y vamos a ver toda la arquitectura, las columnas, el piso, las escaleras”.
Dulce María de Alvarado, directora del Instituto Mexicano del Arte en Azúcar
Piezas milimétricas y de gran tamaño se han logrado mantener por más de 70 años gracias a dos factores.
- Primero: a que el clima de la Ciudad de México no es tan húmedo
- Segundo: a que este museo las ha preservado del polvo
Representó a México en el mundo. “Desde Alaska hasta Argentina, enseñando, representando a México. Fue una embajadora del Arte Mexicano del Azúcar”, dijo de Alvarado.
Las piezas no son su único legado, Marithé escribió ocho libros, incluso, dejó instrucciones exactas para hacer réplicas.
“Una partitura, así le llamo, porque es un sobre con todas las instrucciones, los patrones, las cantidades y las medidas para reproducir cualquier pieza. En este caso es el castillo de Cenicienta”.
Dulce María de Alvarado, directora del Instituto Mexicano del Arte en Azúcar
Dulce, su hija, busca mantener viva el arte en azúcar. “Aquí les enseñamos a hacerlo, aquí se hace el fondant como se hacía en el siglo XIX, aquí se hace la brillantina, se hace el glas, se hace el fondant, el pan”, añade.
En julio este museo reabrirá al público con citas.