Cuatro guerreras dieron la batalla y vencieron al coronavirus

A principio de agosto, Rocío y sus tres hijas se contagiaron de coronavirus, Andrea piensa que ella fue quien llevó el COVID a casa.

“Creo yo fue por el hospital al que había ido por en un estudio de colonoscopía, ahí tratan coronavirus, COVID-19 y 15 días después empecé a sentirme mal”.

Andrea Montserrat Ramos, paciente recuperada de COVID19

Llegaron los síntomas, después de confirmarlo con una prueba, tomaron medidas.

“Procurábamos no estar tan juntas, cada quien en un lugar. De lejos se decían: hermana, te extraño, ya pronto nos vamos a abrazar, y a mi me dolía verlas así de lejos”.

Rocío Ramírez, madre de familia

Fernanda, la hija mayor, supo que era momento de sacar la fuerza que heredó de su madre.

“Mi mamá es una mujer muy empoderada, muy fuerte. La frase clave era: vamos a estar bien, no hay de otra, vamos a estar bien, esto va a pasar”.

Fernanda Flores Ramírez, paciente recuperada de COVID19

Sin embargo, reconocen que la primera semana con coronavirus fue de angustia.

“Era muy feo pero intentaba concentrarme en: estoy bien, no pasa nada, sigamos trabajando pero físicamente sí te sientes mal”.

Fernanda Flores Ramírez, paciente recuperada de COVID19

Después, a los cuidados médicos agregaron sentido del humor.

“Aprendimos a inyectar porque nadie nos venía a inyectar, nosotras no sabíamos, lo hacíamos como con gracia porque no sabíamos inyectar y nos reíamos porque se quejaban de que les había lastimado”.

Rocío Ramírez, madre de familia

Siempre tuvieron confianza.

“Yo sabía que iba a estar bien porque mi mamá, mis hermanas nos apoyábamos mutuamente”.

Andrea Montserrat Ramos, paciente recuperada de COVID19

Y en ningún momento se dejaron vencer… hasta que recuperaron la fuerza.

“Ya hoy ya puedo decir que casi todo es normal, ya gritan, ya corren, ya se pelean, ya cuando se pelean es que ya están bien”.

Rocío Ramírez, madre de familia

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