¿Cómo es vivir con dos tigres blancos en casa? Te contamos: Omar Rodríguez es uno de los responsables de Copito y Coronel, tigres hembra y un macho respectivamente. Ambos viven en la zona centro de la República Mexicana y cuentan con las condiciones legales y de sanidad que la autoridad estipula.
Aquí los tigres blancos caminan por el jardín de la casa, es su paseo, incluso juegan con una pelota.
“Es una tigresa blanca se llama Copito, comen pollo crudo. Son animales de criaderos nacionales con procedencia legal”
Omar Rodríguez, responsable de felinos
Al macho lo llaman Coronel y presume sus relucientes colmillos ante la cámara de UnoTV.
Uriel Higuera también está familiarizado con ambos felinos. Copito se acerca a él de manera afectiva.
“Desde cachorritos conviven con nosotros, nos ven como parte de su familia.”
Uriel Higuera, responsable de felinos
El maltrato animal que se cometía en el Santuario Felino Black Jaguar-White Tiger, en la zona del Ajusco, reveló el descuido de los animales en ese sitio.
Algo que no sucede con este par de tigres blancos, afirma Omar Rodríguez, pues aquí a diario se les dan de 10 a 12 kilos de pollo o carne a cada uno.
“Nosotros debemos tener para cinco o seis días, para asegurar que a los animales no les falte alimento. Nunca debe perder la cadena de frío el alimento porque puede agarrar bacterias”
Omar Rodríguez, responsable de felinos
Habitan en un inmueble cerrado, exclusivo para ellos, tiene malla de alambre de triple torsión, cerca electrificada y una piscina para que se refresquen. Cuartos para que duerman con rejas y puertas para seguridad que controlan los cuidadores.
Todo esto forma parte de los requisitos que exige de la autoridad.
Pues según la Ley de Vida Silvestre, es legal tener animales exóticos o salvajes en casa. Siempre y cuando se cumpla con “un plan de manejo y un espacio digno, que garantice seguridad”.
“Tienen todas las medidas de seguridad, el plan de manejo, legal procedencia, todo está en orden y pues más que nada el amor con el que se trata a los animales es indispensable para tener este trato con ellos”
Uriel Higuera, responsable de felinos
Adquirir un ejemplar como éstos puede costar hasta 200 mil pesos en un criadero legal.
Recuerde, no sólo la alimentación es clave para que estos animales puedan estar en óptimas condiciones, también tienen que ser revisados constantemente por veterinarios para conocer su estado de salud.
Para ello elaboran reportes médicos que son entregados a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.
Afirman que ambos animales tienen un chip, para que la autoridad les pueda dar seguimiento.
“Es su identidad, es como para nosotros un INE. Cuando viene PROFEPA a hacer revisión, se lee el microchip se ve el estado del animal y así”
Omar Rodríguez, responsable de felinos
Todo para que la estancia de Copito y Coronel en este sitio sea segura, legal y en condiciones dignas.