En el abandono, con jaulas y rejillas con puertas podridas… Así luce lo que queda del primer santuario felino que estableció en el Ajusco la fundación Black Jaguar-White Tiger.
Ubicado en el kilómetro 37.5 de la carretera Picacho Ajusco, este santuario felino cerró sus puertas hace poco más de dos años.
Inspectores de la Profepa estuvieron en este lugar y descartaron que al interior haya animales silvestres aún con vida.
“Ya vinieron las autoridades, ya les dimos permiso de que entraran, ya trajeron una orden de revisión. Aquí mismo se levantó un acta, la firmaron y se fueron”.
Vigilante
Vecinos de la zona afirman que el retiro de los felinos les llevó varios meses.
“Los animales se los llevaron de noche, y todas las cosas de fierro, malla, se las llevaron de día”.
Vecina del santuario
Destacan que el descuido de los animales salvajes empezó en este primer santuario.
“Yo lo único que vi fue una pantera que, ésa sí, iba un poquito gordita, pero los demás, bien flacos. Estaban echados, ya sin ánimos de pararse“.
Vecina del santuario
Black Jaguar-White Tiger, un nuevo santuario
A 5 kilómetros de ahí está el santuario de Black Jaguar-White Tiger, que fue asegurado por las autoridades la semana pasada con 190 felinos. Los leones, jaguares y pumas hoy recibieron agua purificada, para hidratarse.
La extrabajadora del lugar, quien denunció el maltrato, destaca que la revisión con médicos veterinarios continúa.
“Hay muchos que todavía les falta recuperarse, que todavía no pueden trasladarlos o llevarlos tan lejos, estamos viendo toda esa situación”.
Yael Ruiz, exempleada de Black Jaguar-White Tiger
Se espera que, una vez estabilizados, reinicie el traslado hacia distintos zoológicos.