Roy es un perro de raza pitbull de 3 años de edad, su cuidador, Amauri, asegura que es muy tranquilo, pero hace algunos meses, peleó con otro en un parque y para que dejara de morder a su víctima, el propio Amauri le apretó el cuello con un brazo.
“Primero lo intenté jalar, pero me ganó la adrenalina entonces no pude y lo tuve que asfixiar con la correa”.
Amauri. Cuidador de perros
Reconoce que no fue la mejor decisión, pues Roy pudo haberlo agredido en el rostro.
“No la recomiendo mucho porque puede salir lastimado también”.
Amauri. Cuidador de perros
Y es que cuando un perro muerde ya se a otro animal o a una persona, en algunos casos su mandíbula se cierra y puede quedar trabada.
Para que la abra y suelte a su presa, se le debe colocar una correa o cinturón en la garganta y cortar la respiración por aproximadamente 20 segundos.
“Solamente es hacer presión hasta que el perro bloquee, porque va a empezar a dejar de recibir el oxígeno por la nariz, una vez que boquea, suelta”
Hugo Larios. Coordinador de Unidad de Servicios y Emergencia Animal
Aclara que hay posibilidades de que el perro desmaye.
“Cuando veamos esto, si se desmaya que vaya al piso, hay que protege la cabeza, evidentemente hay que aflojar la cuerda o la correa y el perro va a empezar a tomar conocimiento”
Hugo Larios. Coordinador de Unidad de Servicios y Emergencia Animal
Nunca hay que mojar, jalar o golpear al perro agresor, puesto le provoca más ira.
“El perro está mordiendo, lo queremos levantar y jalar, y si está trabado te va a desgarrar o va a haber una lesión mayor”
Martín Rocha. Veterinario en Clínica Cambia un Destino
¿Pero cómo evitar una agresión de este tipo, sobre todo en las calles?
Sea cual sea la raza, lo mejor es tener siempre al perro bajo control.
“Sea agresivo o no, todos los perros muerden. Entonces sí, correa siempre”
Martín Rocha. Veterinario en Clínica Cambia un Destino