En Álvaro Obregón, 344 árboles deben ser retirados de este espacio, han cumplido su ciclo de vida.
“Ya no proporcionan ningún servicio ambiental a la población en captura de carbono o en producción de oxígeno como un árbol vivo si lo hace”.
Horacio Medina Sánchez, director de Sustentabilidad, alcaldía Álvaro Obregón.
Son 202 del Parque las Águilas y 142 del Parque Japón, ubicados en Calzada Romulo O’ Farril, divididos por la avenida Alta Tensión, colonia Las Águilas, en la alcaldía Álvaro Obregón.
Los árboles muertos se han convertido en una amenaza para los vecinos y visitantes de este espacio natural.
“El otro día se nos cayó un así, hacia acá, pero bueno afortunadamente los otros árboles lo detuvieron”.
Leticia, habitante de la Álvaro Obregón.
Esta zona es un importante pulmón al poniente de la Ciudad de México. Hay una diversidad de especies: Eucaliptos, coníferas como cedros y pinos, fresnos, también viven jacarandas, truenos y hasta álamos, pero cientos de ellos, están muertos.
“No es un tema de daño ambiental, yo voy con mi familia caminando y hay un ventarrón, hay un árbol muerto en pie que a lo mejor tiene una oquedad en la base o apolillamiento, se va a tronar, y le cae a alguien”, estableció Salvador Tallabs, director general de Servicios Urbanos, alcaldía Álvaro Obregón.
Pero antes, se tuvieron que realizar dictámenes, eso según director de Sustentabilidad, alcaldía Álvaro Obregón quien asegura “es cómo ser un poco un doctor de árboles, tú llegas, revisas un árbol y determina cuáles son las condiciones que tiene, condiciones físicas y condiciones de salud”.
Después llegan las cuadrillas de podadores, ubican los árboles marcados, aseguran la zona, equipados con cuerdas, cascos, sierras eléctricas inician el trabajo.
“Para árboles tan grandes como este, los podadores tienen que subirse, irlo derribando poco a poco hasta que llegan al final y lo tiran por completo”.
Miguel Ángel Juárez, biólogo y supervisor de podas de la alcaldía Álvaro Obregón.
Una vez derribados, son cortados en pedazos pequeños para facilitar el traslado. De los más de 200 árboles que deben ser derribados en este parque hay unos de gran tamaño, por ejemplo, el que se observa en el video, en su parte más ancha, alcanza un diámetro de hasta 80 centímetros.
Por ahora no se plantarán nuevas especies, dejarán que la naturaleza haga su parte.