El pescado es uno de los alimentos preferidos durante la temporada de Cuaresma y su consumo aumenta aún más en los llamados días santos, sin embargo, cuatro de cada 10 compras de esta especie, en México, podrían significar un engaño.
La Organización Oceana realizó un estudio para analizar muestras obtenidas en pescaderías, restaurantes y supermercados y encontraron que 37% de lo que analizaron no corresponde a lo ofrecido a los clientes.
“Queremos denunciar la problemática de la sustitución de especies, demostrar que es algo que se da comúnmente en nuestro país tanto en pescaderías, como en restaurantes y supermercados”.
Mariana Aziz, representante de Oceana.
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La representante de Oceana explicó que esta práctica perjudica no sólo los bolsillos de los consumidores, sino la salud de los mares y los ecosistemas marinos.
“Los pescadores y pescadoras, que realizan su labor de manera legal y obedecen las normas, se tienen que enfrentar a competencia desleal en los mercados, porque este tipo de prácticas muchas veces son la puerta de entrada a la pesca ilegal”
Mariana Aziz
Dan gato por liebre
Uno de los problemas que enfrentan los vendedores y consumidores de pescado es la entrada al mercado de productos provenientes de Asia, como basa o corvina, para hacerlos pasar como otro tipo de pescados.
Comerciantes de la Viga, en la Ciudad de México (CDMX), consideran que estos fraudes ahuyentan clientela.
“A nosotros ya no nos pueden engañar, pero engañan al público. Piden un precio más alto cuando en realidad no lo vale porque es un filete de basa, no es huachinango, robalo, ni es mero, porque esas tres especies están muy agotadas, no las hay y es muy caro su precio”.
María Ordóñez Peña, comerciante.
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“Hay un pescado que se llama corvina, el cual, en ocasiones, la pasan por robalo y les dan el precio de robalo”, abunda Joselito Vázquez, quien trabaja en un restaurante de mariscos.
- Nota: Para evitar engaños, lo ideal es buscar negocios, como los instalados en La Viga, donde se exhiba el producto fresco y los comerciantes muestren las piezas completas de especies, como robalo o huachinango, para evitar que te den gato por liebre.
