En esta alberca las medidas sanitarias se han reforzado para evitar contagios por COVID-19, se ubica en la Ciudad de México y es una de las 5 mil de todo el país que intentan sobrevivir a la crisis que dejó el cierre causado por la pandemia.
“Es seguir luchando para que esta empresa, que da empleo a más de mil 300 empleados siga adelante. Hemos invertido mucho dinero para que la gente tenga confianza y regrese a las actividades acuáticas”.
Nelson Vargas, director de Acuática Nelson Vargas.
Y sí, aquí se han implementado todos los protocolos de sanidad, detectores de temperatura corporal, dispensadores de gel antibacterial y protocolos adicionales, como medir cada dos horas el dióxido de carbono (CO2).
En Chiapas, las albercas abrieron desde agosto del 2020. Ahí el aforo es del 50 % y hoy en día apenas están notando una recuperación
“El COIVD no puede transmitirse en el agua de las albercas que son adecuadamente tratadas”.
Mónica Anzueto, club El Delfin, Chiapas.
Cierran albercas por la pandemia
En otras entidades, como el Estado de México, “el agua les está llegando hasta el cuello” a clubes con alberca, y es que las autoridades sanitarias aún no dan luz verde para reabrirlas.
“En Valle de México ya hubo varias instalaciones deportivas que se han cerrado, por ejemplo el Club Acuasol, allá en el Valle de México, que tenía 30 o 35 años funcionando, acaba de cerrar definitivamente sus puertas”.
Jesús Quintero, presidente de Asociación de Natación, Estado de México.
En la Ciudad de México, se permiten clases individuales, con espacio de dos carriles entre cada usuario. Y con todas estas medidas sanitarias, comienza a regresar la confianza y el retorno de los nadadores a las piscinas de todo el país.