Pamela Cerdeira relata que esta semana pudo platicar con Edith, mamá de Alan, de 11 años, que fue diagnosticado con cáncer de cerebro.
La periodista cuenta que el pequeño entró al Hospital de la Niñez Oaxaqueña, es operado, y queda en coma siete meses, de los cuales dos estuvo en el hospital y cinco en su casa.
“Los doctores lo enviaron a casa esperando que en el cualquier momento muriera, pero poco a poco Alan fue abriendo los ojos, despertó y ahora puede comunicarse y está otra vez recordando cosas sobre a la vida previo a que enfermera”.
Pamela Cerdeira
Cerdeira señala que a pesar de recibir quimioterapia, el tumor de Alan no responde, por lo que ha vuelto a crecer, con la diferencia, de que ahora el Hospital de la Niñez Oaxaqueña no tiene un solo neurocirujano; además, de una cantidad de personal médico que han ido despidiendo.
“Le recomendaron venir a la Ciudad de México. La mamá de Alan llegó y en el Instituto Nacional de Pediatría le dijeron que no podían atender a niños que ya estuvieran siendo atendidos en otro hospital, siendo que en ese hospital no hay médicos”.
Pamela Cerdeira
La analista se cuestiona cuántas historias, como la de Edith existen, que tiene que moverse por todo el país y tratar de obtener recursos, porque lo que gana, con el trabajo de su esposo, quien es ayudante de albañil, no es suficiente para obtener los 250 mil pesos que le costaría atenderlo con un médico privado.