Desde Madrid y a unas horas de subir a un avión rumbo a Qatar, Pamela Cerdeira reflexiona sobre algunos puntos polémicos sobre este país que han sido tema de conversación y los equipará con la situación que se vive en México.
“Más allá de lo que ya todos hemos escuchado hablar [de Qatar] sobre sus nulos derechos humanos para los no qatarís, para las mujeres, para los grupos LGBTQ+, sobre las personas que murieron en la construcción de los estadios”, Cerdeira analiza el “sistema de división por castas de los derechos a los que cada quien puede acceder y los trabajos por ende y la calidad de vida que estos trabajos dan” en este país árabe.
La periodista lo explica así:
“Dependiendo tu pasaporte, tu nacionalidad, si eres de los migrantes que se encuentran trabajando en los estadios o en una casa cuidando a los niños de alguna familia qatarí o en un restaurante o si eres un qatarí y trabajas para una empresa del gobierno que te garantizará un buen sueldo y un buen nivel de vida, incluso la libertad para ir y conocer otros lugares”.
Esto que ocurre en tierras qatarís, la analista lo traslada a la situación que se vive en México:
“Lo que más me llamó la atención es que mientras leía esta división no explícita del trabajo según el pasaporte, no podía dejar de pensar en nuestro país en donde muchas cosas definen también las oportunidades que una persona vaya a tener, incluso cuando hablamos de los derechos de las mujeres”.
Y es que, según la experta, “no es lo mismo una mujer que crece en una ciudad bajo ciertas condiciones económicas, que una mujer que crece en Oaxaca, en una comunidad donde será vendida por un paquete de cervezas y no podrá aspirar más allá de la educación primaria porque su destino desde que nació y su familia se lo ha hecho saber es casarse y tener hijos”.
“Me parece que es importantísimo los ojos del mundo hoy sobre este evento, incluso más allá del fútbol, incluso de sus protestas para poder seguir contando las historias de un sistema tan complejo como como el de Qatar y a la vez al que hay muchas cosas que reclamarle”, sin embargo, Pamela Cerdeira opina que por otro lado, también es “una oportunidad para voltear a ver esas cosas de nuestro país de las que nunca hablamos”.
