No sorprende que el hijo de AMLO vaya a ocupar cargo en Morena
Martha Anaya habla de la confirmación de que Andrés Manuel López Beltrán, hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, ocupará un cargo clave en la estructura de Morena —ya sea en la Secretaría de Organización o en la Secretaría General del partido— ha causado revuelo en el escenario político.
La periodista no lo ve como algo aislado, sino como parte de una tendencia histórica en México: el predominio de las dinastías familiares en la política.
Anaya señala que no estamos ante un fenómeno nuevo, sino frente a una evolución de lo que antes conocíamos como la “familia revolucionaria”, que ha dado paso a lo que ahora se denomina “la familia de la Cuarta Transformación”.
“No nos vayamos muy lejos”, dice la periodista al referirse a personajes como Layda Sansores, actual gobernadora de Campeche e hija del exgobernador y expresidente del PRI, Carlos Sansores Pérez.
Este es solo uno de los ejemplos que utiliza para ilustrar cómo los apellidos siguen marcando el rumbo del poder en el país.
Otro caso que menciona es el de Omar García Harfuch, un nombre que ha ganado protagonismo en los últimos años. En su análisis, Anaya destaca que este fenómeno no se limita a ciertos sectores, sino que permea también en las dependencias del gobierno.
“Ahí están los Murat”, dice refiriéndose a José Murat, exgobernador de Oaxaca, y su hijo Alejandro, quien ocupó el mismo cargo y ahora es senador por Morena.
De la misma manera, señala a Zoé Robledo, actual director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y cuyo padre, Eduardo Robledo, también fue gobernador.
Sin embargo, Anaya aclara que no todos los nombres que suenan en la política actual provienen de “familias de tránsito”, es decir, aquellas que han cambiado de partido o ideología con el tiempo.
Algunos, comenta, vienen de una tradición más “pura” de la izquierda. Aquí es donde entran los Batres Guadarrama, con Martí Batres ocupando la gubernatura de la Ciudad de México, y sus hermanas Valentina y Lenny, también posicionadas en roles de poder, una en el Congreso capitalino y otra en la Suprema Corte de Justicia.
“Y no podemos olvidar a los Alcalde Luján“, continúa Anaya, mencionando a Luisa María Alcalde, actual secretaria de Gobernación, y a su hermana Berta, titular del ISSSTE.
“Ahí están, en el poder, y seguirán otras familias”, afirma, resaltando el carácter perpetuo de estas redes familiares en la política mexicana.
La lista sigue: los Monreal, con Ricardo Monreal como presidente de la Cámara de Diputados, su hermano David como gobernador de Zacatecas y otro de sus hermanos, Saúl, como presidente municipal de Fresnillo.
Con esta larga lista de ejemplos, Martha Anaya deja claro que la inclusión de Andrés Manuel López Beltrán en la estructura de Morena no es una excepción ni una anomalía, sino parte de una tradición de la política mexicana que parece renovarse con cada administración.
Las familias que alguna vez dominaron el escenario político bajo la sombra del PRI han sido sustituidas, en muchos casos, por una nueva generación que, bajo la bandera de la Cuarta Transformación, continúa con esta dinámica de poder heredado.