Martha Anaya dice que Irma Serrano, la “Tigresa”, fue un personajazo; excéntrica, polémica, provocadora, esto tras el fallecimiento de la cantante, actriz y política el día de ayer a los 89 años.
La periodista recuerda que las leyendas entorno a la vida de Irma Serrano sobrepasaron a lo que fue su vida como actriz y como cantante y que su relación con el expresidente de México, Gustavo Díaz Ordaz, llenaron las páginas de la prensa, hasta la propia “Tigresa” escribió un libro “A calzón Amarrado” sobre la misma.
“Imaginen a ese mujerón con aquel presidente duro, disciplinado, serio y feo, como pocos; qué pareja”.
Martha Anaya
Martha Anaya señala que la misma Serrano dijo que los dos eran necios “como pocos” y con un carácter muy fuerte y uno de los regalos que le dio el expresidente fue una casa en el Pedregal, la cual estuvo llena de anécdotas, como un diablo desnudo que estaba en la recepción para recibir a las visitas.
Y dice que los que acudieron a las fiestas a la casa de la “Tigresa” aseguran que cuando quería que los invitados se fueran soltaba unos tigres en el jardín.
La periodista recuerda que Irma Serrano formó parte de la Cámara de Diputados, también estuvo en el Senado, y que siempre estaba provocando, incluso llegó a decir que quería ser presidenta de México.
“Irma Serrano tenía anécdotas para dar y regalar”.
Martha Anaya
La analista menciona que tanto para periodistas como para políticos lo que más les impresionaba era ese tono duro, esa voz ronca y sobre todo esas provocaciones que hacían palidecer.
