El paro del poder judicial y la reforma

Martha Anaya habla sobre el paro del Poder Judicial de la Federación y las causas que tienen.

Los trabajadores del Poder Judicial de la Federación han tomado una postura drástica al decidir irse a paro. ¿Por qué lo han hecho? Según la periodista Martha Anaya, la respuesta es clara. 

“Pues porque consideran que la iniciativa de reforma judicial enviada por el presidente López Obrador atenta contra sus empleos, contra sus labores”. 

Martha Anaya

No se trata solo de una preocupación por su estabilidad laboral, sino también por la integridad de sus funciones y el futuro de la institución que representan.

Martha Anaya asegura que es reveladora la reacción de los jueces y ministros, quienes también han votado por sumarse al paro. 

“Ellos sí, sin duda alguna, porque van a perder sus empleos de acuerdo a la iniciativa; ellos tendrían que dejar sus empleos y los próximos jueces y magistrados habrán de ser electos por voto popular”.

Martha Anaya

Martha Anaya señala que la reforma no solo amenaza sus posiciones actuales, sino que propone un cambio radical en la manera en que se eligen a los futuros operadores del sistema judicial. Para ellos, el panorama es claro: “se van porque se van”, y el único resquicio de esperanza que les queda es la posibilidad, remota, de ser elegidos nuevamente bajo un esquema completamente diferente.

Desde el otro lado de la trinchera, en Palacio Nacional, el discurso es distinto. Según Anaya, lo que se escucha es una mezcla de desdén y teorías conspirativas: “Quieren llamar la atención en el extranjero, que por eso se van al paro, que quieren ahora sí que hacer ver mal a López Obrador“. 

Para el equipo del Presidente y su sucesora, Claudia Sheinbaum, la narrativa se centra en deslegitimar las motivaciones del paro, reduciéndolas a una estrategia para dañar la imagen del mandatario. 

“Cómo afecta y qué arregla o qué no arregla, eso la verdad no lo han discutido, no es lo que está sobre la mesa; es otra historia y todos lo sabemos”.

Martha Anaya

Según Arturo Saldivar, el “asesor estrella” de Claudia Sheinbaum y exministro de la Corte, “no hay marcha atrás porque ya simplemente esto es una lucha de fuerzas. Ya no hay posibilidades de diálogo y la reforma irá porque irá”. 

Finalmente, Martha Anaya señala que “las cartas ya están echadas y difícilmente habrá marcha atrás”. La reforma judicial no solo ha puesto en pie de guerra a los trabajadores del Poder Judicial, sino que ha revelado una profunda división en el país, donde la batalla ya no es solo por el control del sistema judicial, sino por la propia narrativa de poder.

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