Martha Anaya recuerda que hoy, hace 29 años, fue asesinado Luis Donaldo Colosio, entonces candidato del PRI a la Presidencia de la República, tiempos donde el candidato de dicho partido parecía tener todas las de ganar para llegar a la “silla del águila”.
“Y eso que veníamos de 1988 y la famosísima ‘caída del sistema’ en la que Carlos Salinas de Gortari, con dificultades, en el mejor de los casos, logró llegar a Los Pinos en aquel entonces”.
Martha Anaya
La periodista menciona que Colosio levantaba ánimo entre los suyos, más no entre la gente, ya que en ese 1994, lo que estaba bajo los reflectores era el levantamiento zapatista y “sí, Manuel Camacho Solís, quien le había disputado la candidatura, se llevaba las ‘ocho columnas’, las primeas planas; cómo competir con el alzamiento armado con una campaña presidencial del PRI“.
“Luis Donaldo sabía que las tenía las de perder y el presidente Carlos Salinas abonaba a la confusión, sería Colosio finalmente el candidato del PRI hasta el último momento o lo relevaría por Camacho y ése era el ambiente en aquel entonces cuando llegó el magnicidio”.
Martha Anaya
Anaya señala que esa bala que mató a Colosio, políticamente, destrozó a Camacho Solís y al PRI que poco a poco fue perdiendo hasta que perdió la Presidencia de la República “degradándose, recuperándola con Enrique Peña Nieto, para volverla a perder y hoy convertirse en un “verdadero desastre. El peor PRI del que se tenga memoria.
¿Cuál fue el legado de Colosio?
Martha Anaya señala que el mayor legado que dejó Colosio fue a su propio hijo: Luis Donaldo Colosio Riojas, hoy alcalde de Monterrey, pero nada que ver con el PRI.
“Luis Donaldo Jr., le achaca al priísmo el asesinato de su padre; no quiere saber nada de ellos”.
Martha Anaya
Para finalizar su columna, Martha Anaya dice que Luis Donaldo Colosio Riojas es una figura que está en el imaginario colectivo, bien podría ser candidato a la Presidencia por algún otro color, como Movimiento Ciudadano, o incluso por la propia oposición.
“Tal es el legado que hoy tenemos a 29 años de distancia”.
Martha Anaya