“Se fue, se fue y se fue ahora sí, el avión presidencial. El TP-01 “José María Morelos y Pavón” no solamente abandonó el país, sino que ya está en el lugar donde va a quedar, Tayikistán”, dice la periodista Martha Anaya, quien reflexiona sobre la venta de la aeronave y los cambios que ha hecho el presidente de México Andrés Manuel López Obrador en sus preferencias de vuelo, pues asegura la experta, ya no lo hace en aviones comerciales, sino en naves del Ejército y la Marina Nacionales.
Sobre la venta del avión presidencial, Anaya habla sobre Tayikistán y sostiene que es “una nación que fue parte en su momento de la Unión Soviética y que ahora es un país soberano, aunque satélite de Rusia”.
“[Tayikistán es] Un país pobre, cuya flota aérea es bastante pobre, pero bueno, su presidente va ahora a utilizar este Boeing 787 que alguna vez fue nuestro avión presidencial”.
Martha Anaya, periodista
Anaya destaca que, tras la venta del avión presidencial éste cambio de apariencia y ya “no trae ni las insignias, ni el escudo nacional mexicano, ni las líneas verdes blanco y rojo, ni por supuesto las letras de la Fuerza Aérea Mexicana; ahora tiene las de Tayikistán, precisamente donde ha de viajar su presidente”.
“Casi cinco años ofreciendo Andrés Manuel López Obrador este avión y finalmente se le hizo. Claro, no lo vendió al precio que hubiera querido”, y es que, según Martha Anaya, el avión presidencial costó 292 millones de dólares y López Obrador “decía que no lo iba a ofrecer, ni a vender por menos de 130 millones de dólares”. Sin embargo, “al final te cuentas lo vendió en 92 millones de dólares, casi la tercera parte o menos”.
“El presidente finalmente se deshizo de ese avión presidencial y claro, contento está”.
Martha Anaya, periodista
La analista destaca que el jefe del ejecutivo mexicano “decidió desde el inicio de su mandato viajar en vuelos comerciales”, sin embargo, sostiene que “ahora para ser precisos ya no gusta tanto de ellos”, ya que, dice “vuela ya, por lo menos lo hemos visto en los últimos meses, en aviones de la Fuerza Aérea Mexicana, precisamente del Ejército y de la Marina”.
“Pues claro es más cómodo y ahí en esos vuelos, pues ni le gritan, ni lo abuchean, ni le cantan en contra, ni le dicen de cosas, y además pues están a su servicio y bueno, algo más no tiene que estar dando cuenta de a dónde viaja, ni las bitácoras, ni nada por el estilo”.
Martha Anaya, periodista
Martha Anaya concluye su videocolumna de opinión diciendo que “nuestro presidente ya dejó atrás el avión presidencial, aquel que tanto detestó, se burló, le pareció fatal y ahora está con los grandes aviones, en el sentido de que son algo así como los “Rolls-Royce” de la aviación privada, o sea los del Ejército y de la Marina”.
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